
Una pampamesa gigante para el reencuentro con las raíces, en plaza de Ambato
Unos 100 comerciantes participaron del ritual que fortalece la unidad
La Plaza Primero de Mayo, de la ciudad de Ambato, fue escenario de un reencuentro con las raíces. Sobre una gran mesa improvisada, cubierta con manteles sencillos y hojas de atchira, cerca de 100 personas compartieron la pampamesa, un ritual ancestral que simboliza la unidad, la gratitud y la prosperidad que brota de la tierra y del esfuerzo comunitario.
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Después de la pandemia del coronavirus, esta fue la primera vez que los comerciantes y vecinos se reunieron nuevamente para agradecer la cosecha y la vida. “Todos los compañeros aportaron con algo: unas trajeron el mote, otras el chocho, el queso, las papas, los choclos, el horneado y muchas otras verduras y tubérculos. Todo fue cocinado por nosotras mismas con mucho cariño”, explicó Rosa Matsabalín, presidenta de la plaza, quien lideró la organización del encuentro.
No es solo una comida colectiva
La pampamesa no es solo una comida colectiva. Es una tradición que une lo espiritual con lo cotidiano. Antes de servirse los alimentos, se hizo una oración a la Pachamama (Madre Tierra) y al Creador, pidiendo bendiciones para las familias, las cosechas y el trabajo diario.
Solo después de agradecer, los asistentes se acercaron a servirse sobre las hojas de atchira, que reemplazaron los platos modernos. “Se siente bonito vernos juntos, compartiendo lo que tenemos. Así es como vivían nuestros abuelos, en comunidad, sin egoísmo”, comentó Juan Pinto, uno de los asistentes. Cada plato que se colocó sobre la mesa fue preparado con dedicación por las comerciantes, quienes con el mismo empeño día a día abastecen a la ciudad con productos frescos que nacen de la tierra.
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