
Guardianas del sabor de la cocina campesina
Con un calendario agrofestivo, mujeres de Loja exaltan la comida ancestral z Un proyecto que beneficia a 200 familias
Con manos curtidas por el trabajo diario y una mirada llena de orgullo, mujeres campesinas de la provincia de Loja se han convertido en verdaderas guardianas del patrimonio agroalimentario. Ellas cuidan la tierra, las semillas y el agua; sienten que cada alimento que brota del suelo es parte de una historia viva que une generaciones.
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Ese sentimiento se refleja en el proyecto La cocina campesina agroecológica y la ritualidad del calendario agrofestivo desde la RAL: un disfrute para la memoria y el sabor, una iniciativa comunitaria que busca rescatar los saberes tradicionales y fortalecer la cultura rural lojana. Este proyecto es financiado por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), con una inversión de 11.120 dólares, y ha beneficiado directamente a 200 familias que hoy reafirman su identidad y su conexión con la tierra.
El trabajo no solo ha permitido rescatar recetas tradicionales, sino también reconocer el papel fundamental que cumplen las mujeres en la transmisión de conocimientos. A lo largo de décadas, ellas conservaron técnicas y secretos culinarios que ahora salen a la luz con orgullo. A través de este proyecto, se está reivindicando su papel en la historia y en la economía local, pues la cocina se convierte en una fuente de desarrollo y autonomía.
La responsable del proyecto, Lorena Salcedo, explica que la propuesta se centra en tres ejes principales: la sistematización de la cocina campesina lojana, el fortalecimiento de capacidades locales y la sensibilización sobre la importancia del alimento como parte del patrimonio cultural. Estas acciones han permitido recopilar historias, prácticas agrícolas y recetas que forman parte del alma de las comunidades rurales.
En este proceso se han visitado parroquias como Chuquiribamba, San Lucas, El Sagrario, El Valle, San Pedro Mártir, así como sectores rurales de Catacocha y Calvas, donde todavía se conservan tradiciones culinarias heredadas de los abuelos. En cada encuentro, las mujeres compartieron saberes, sabores y memorias que hoy se transforman en un legado colectivo.
La iniciativa también contó con el apoyo del Municipio de Loja, las Juntas Parroquiales y el INPC, que desde 2021 impulsa fondos no reembolsables para los portadores de saberes ancestrales. Esta articulación interinstitucional ha permitido que las comunidades campesinas fortalezcan su organización y encuentren nuevas oportunidades económicas a través de la preservación de su cultura alimentaria.
Como parte de las actividades del proyecto, se realizó una degustación comunitaria de cocina campesina con un toque gourmet, donde platos tradicionales como las papitas con nabo fueron presentados con una nueva estética sin perder su esencia. La propuesta tuvo gran acogida y permitió que la ciudadanía valore la riqueza de la gastronomía rural lojana.
Recetario: Memorias a fuego lento
De este proceso surgió el recetario ‘Memorias a fuego lento’, una recopilación de más de veinte preparaciones que cuentan la historia de las guardianas del patrimonio agroalimentario. Cada receta va acompañada del nombre de las mujeres que la elaboran y de los ingredientes propios de su entorno. El recetario estará disponible próximamente mediante un código QR, para que las personas puedan acceder, conocer y apoyar estas iniciativas comunitarias.
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