
Callejones de Babahoyo, entre aguas negras y pestilencia
Residentes denuncian que conviven con malos olores y heces. Han detectado que varios ductos están taponados por residuos
Entre olores fétidos, agua estancada y un foco permanente de enfermedades conviven los habitantes del sector ubicado en la intersección de la calle 27 de Mayo y el último callejón en el cantón Babahoyo, Los Ríos.
En esta zona, el rebose constante del alcantarillado ha convertido las vías en pequeños pantanos de aguas putrefactas, afectando gravemente la calidad de vida de los residentes.
Las denuncias ciudadanos evidencian las quejas
Según denuncian los moradores, el sistema de aguas servidas colapsa con frecuencia, haciendo que el líquido contaminado fluya por los callejones.
Esta situación empeora durante los días soleados, cuando la pestilencia se vuelve insoportable. Los vecinos aseguran que esta problemática no es nueva y que han aprendido, a la fuerza, a convivir entre la suciedad y el riesgo sanitario. Lo mismo ocurre en callejones transversales de las calles Calderón y Bolívar.
Te podría interesar: ¿Qué pasa con la aerovía de Guayaquil? Se revela el motivo de su cierre temporal
moradora del sector
“El olor es insoportable y lo peor es que nuestros niños tienen que jugar entre esa agua verde llena de suciedad y heces”, manifestó Josefa Tomalá, una de las moradoras del lugar, quien vive hace más de diez años en el sector.
A pesar de que indica que los trabajos por parte de la Empresa Pública Municipal de Saneamiento Ambiental de Babahoyo (Emsaba) son constantes, el problema sigue sin solución definitiva.
Tomalá afirma que, aunque en varias ocasiones han limpiado los ductos, estos vuelven a taponarse con facilidad, provocando el desbordamiento de las alcantarillas. “No hay un desfogue, intentamos limpiar con escobas o palas, pero todo vuelve igual. No sabemos qué más hacer”, agregó preocupada mientras se asomó en su taller de costuras.
Lorena Herrera, detalló que ella habita precisamente donde el agua se estanca, pero trata de estar encerrada en su casa con el aire acondicionado encendido y así no tener que percibir los hedores. La ciudadana mencionó que ni los niños pueden salir a jugar porque están propensos a enfermarse al tener contacto con el agua contaminada.

¿Qué dicen las autoridades al respecto?
Desde Emsaba se informó que se han ejecutado intervenciones en el sector para intentar mitigar el rebose, sin embargo, se ha detectado que varios ductos están taponados por residuos no permitidos.
“Encontramos aceites, plásticos y otros productos que no deberían estar ahí. Pedimos la colaboración de la ciudadanía para no arrojar desperdicios en las alcantarillas, ya que eso agrava el problema y hace más difícil la limpieza y el desfogue de las aguas”, indicaron desde la entidad.
Sin embargo, esta respuesta no satisface a la ciudadanía que solo espera que la situación vuelva a la normalidad y finalicen los malos olores.
Mientras tanto, los vecinos esperan una solución estructural y definitiva. Piden que se realicen trabajos de rediseño o mejora del sistema de alcantarillado, pues aseguran que todos los años también se inundan con cada lluvia fuerte.
¿Quieres seguir leyendo el contenido de EXPRESO? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!