Comercio informal Ambato
Situación. Los comerciantes ocupan parte del espacio públicoYADIRA ILLESCAS

Ambato: la calle Tomás Sevilla, convertida en una feria permanente de informales

Cientos de comerciantes de todo el país llegan hasta esta zona. Hay molestias en los residentes

En la calle Tomás Sevilla, en pleno centro de Ambato, se vende de todo, como en botica. A lo largo del asfalto, pequeños puestos improvisados exhiben zapatos, ropa, verduras, legumbres, frutas y todo tipo de productos de consumo diario. Lo que antes era una vía de tránsito peatonal y vehicular, hoy luce abarrotada de comerciantes informales que han encontrado allí una alternativa de subsistencia.

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La mayoría de estos vendedores provienen de distintos sectores de Ambato y de otras ciudades del país. Mario Rosales, por ejemplo, asegura que viaja desde Milagro, en la provincia del Guayas, cada día de feria para ofrecer su mercadería.

“Aquí hay más movimiento que allá, por eso vengo, aunque me toque madrugar”, comenta mientras acomoda su puesto.

Josefina Corrales llega desde Pelileo cargada de jeans. Según ella, la Tomás Sevilla es un buen sitio para las ventas. “La situación económica está difícil y uno tiene que buscar dónde se pueda vender. Aquí, al menos, pasa gente todo el día”, explica.

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Otros moradores rechazan este tipo de comercio informal

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Pero no todos están conformes con esta transformación del espacio público. Lourdes Ocampo, propietaria de una panadería ubicada en la calle Bolívar, expresa su preocupación. “El comercio informal ha invadido esta zona. Ha crecido más desde que sacaron a los vendedores de los alrededores del mercado Modelo y el mercado Central. Ahora todos están aquí”.

La presencia masiva de comerciantes informales ha generado también conflictos con el tránsito, problemas de limpieza y malestar entre algunos vecinos y dueños de negocios formales, quienes consideran que no hay control suficiente por parte de las autoridades municipales.

Mientras tanto, la Tomás Sevilla sigue funcionando como una feria improvisada, reflejando la dura realidad económica que enfrentan cientos de familias, para quienes vender en la calle es una necesidad, no una elección. 

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