“Cuerpos contenedores de colores. Cuerpos como cicatrices, manchas, rutas venosas y arterias. Cuerpos que emanan vida y fatiga, sudor y aroma. Son estos cuerpos agredidos o acariciados por el sol y cobijados por el viento. A veces con sal, con olores propios y ajenos. Negros que no son negros, blancos que no son blancos. Un grano de arena en este enorme desierto”, escribe en su diario de ruta la artista cuencana Priscila Gardenia Peralta.

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En la muestra Clavel de Aire, esta esboza la ruta entre Ecuador y Chile, abordando las complejidades de los paisajes, los cuerpos y las memorias que moldean las decisiones y los destinos de quienes emprenden el viaje por los Andes.

La exposición, que se inauguró en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de la capital, cuenta con dieciocho obras entre fotografías, dibujos y tejidos. Asimismo, la sala ofrece al espectador introducirlo en el camino, llevándolo a recorrer por la extensa habitación un mapa que recrea el camino de la artista entre su Cuenca natal y la isla de Chiloé, al sur de Chile.

El tema de la migración está presente

“El exilio, la huida, la migración comparten la misma poética del cuerpo habitado por espacios que se abandonan, y a su vez, del territorio donde habitan los modos de ser y estar de un cuerpo común que se entreteje o se desgarra. En ese sentido, todo proceso de migración conlleva la construcción de una memoria que se expresa en los testimonios de los tránsitos, como huellas o vestigios”, señala la artista.

Y es así, pues en la exhibición, estos testimonios se suman junto a los objetos-obras a través de las entradas de los diarios de la creadora.

Las montañas de ropa descartada en el desierto de Atacama, las termas de Tarapacá, la efímera locura de Santiago, todo se plasma en sus recuerdos y en el ir y venir migrante y se usa para abordar las relaciones entre el ser humano y el paisaje desde una perspectiva intercultural y emocional.

Clavel del aire estará abierto al público hasta septiembre.

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Tejer para entender el mundo

Por herencia familiar, la artista siempre tuvo una cercanía con el tejido. Sin embargo, no fue hasta especializarse en artes que empezó a usar la técnica como parte de su creación. Actualmente, se especializa en la tejeduría y el diseño sonoro experimental. Su producción está fuertemente ligada a los procesos educativos no formales y a las relaciones interpersonales y comunitarias.

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