
Mónica Aguilar: "La fotografía siempre ha sido mi compañera"
La artista ecuatoriana, premiada por los prestigiosos Lucie Awards, habla sobre el galardón y su nueva exposición
Desde que era niña, Mónica Aguilar encontró en la fotografía un refugio y una forma de contar historias propias y del mundo que la rodea. “Siempre me ha dado mucha paz y me permite estar presente, concentrada en el momento”, comparte con una sonrisa.
Su mirada se ha centrado en capturar emociones, historias y la conexión con el entorno; para ella, cada fotografía es también un encuentro con la memoria, y, sobre todo, con los ríos que cruzan silenciosos la ciudad de Quito, entre ellos el Machángara, el San José de Mashpi y otras vertientes históricas que pocas veces reciben atención.
Recientemente, su trabajo recibió un reconocimiento internacional cuando fue premiada como Photo Educator of the Year en los Lucie Awards en Ostuni, Italia. Este galardón, uno de los más importantes en fotografía, distingue a profesionales cuya obra tiene un impacto notable en la educación y la cultura visual contemporánea.
El proyecto Espíritu de Río, en el que participan comunidades, niñas, niños y familias, fue clave para este reconocimiento, resaltando la relación de las personas con los ríos urbanos y la importancia de reconectar con la naturaleza. “Todo este trabajo está ligado a la recuperación de los ríos de la ciudad y a restablecer la conexión de las personas con la naturaleza”, explica a artista.
Mónica Aguilar frente a un cambio de vida
Aguilar comenzó su carrera en la fotografía comercial, trabajando con marcas y campañas publicitarias, pero a partir de 2018 decidió dar un giro profundo y dedicar su práctica a la fotografía artística y educativa.
El cambio, sin embargo, no se debió a motivos laborales, sino a una serie de sueños inesperados que la despertaban cada día, y a un proceso de duelo intenso que atravesaba en ese momento. “En 2017 comencé a tener sueños muy intensos sobre los ríos de Quito, y la terapia me ayudó a descubrir que lo que necesitaba hacer era crear con todo eso que estaba soñando”, relata. Estas experiencias oníricas la impulsaron a reconectar con su entorno y a explorar cómo la fotografía podía convertirse en una herramienta para el aprendizaje, la reflexión y la transformación personal.

La investigación que emprendió la llevó a redescubrir La Chorrera, una cascada histórica y antigua fuente de agua de la ciudad ubicada en el sector de Toctiuco, que con el tiempo había quedado olvidada. Este hallazgo no solo fue geográfico, sino también simbólico: representaba la memoria viva de Quito y la conexión perdida de los habitantes con sus ríos. A partir de allí, Aguilar desarrolló Espíritu de Río, un proyecto que busca rescatar la memoria de los ríos históricos y, a través de ellos, generar un puente entre las personas y la naturaleza.
El proyecto combina talleres, caminatas, creación de imágenes y memorias visuales, invitando a niñas, niños, familias y comunidades a reconectar con los ríos urbanos. “Todo este trabajo está pensado para que las personas puedan experimentar su vínculo con la naturaleza y, a la vez, aprender a cuidarla”, explica la artista.
Fotofilia: De los sueños a la imagen
Durante su posgrado en Pedagogía Visual y Terapéutica de la Imagen en la Universidad de Barcelona, Aguilar estructuró su trabajo en un método llamado Fotofilia, que inicialmente se enfocó en los ríos y que pronto iniciará una nueva etapa centrada en las cordilleras.

“Con Fotofilia, los participantes encuentran contacto con su entorno y con ellos mismos, no solo creando imágenes, sino resignificando emociones y experiencias. Es interesante, porque muchas veces, solo el hecho de estar en la naturaleza te da respuestas a preguntas y preocupaciones que no puedes expresar”, explica.
El proceso combina la observación del entorno, la práctica fotográfica y ejercicios de reflexión guiada, donde cada participante aprende a interpretar los símbolos del río, los paisajes y la luz como herramientas de introspección y expresión personal. El método se aplica tanto en talleres colectivos como en sesiones individuales, y fue justamente esta propuesta la que llevó a Aguilar a recibir un reconocimiento internacional, un logro que la tomó por sorpresa.
“Recibir este premio me sorprendió y me llenó de alegría. Sentí que todo el trabajo, el tiempo y la dedicación invertidos en Fotofilia estaban llegando a otras personas y podían tener un impacto real en sus vidas”, dice.
Agenda de conversatorio y taller en la galería Sara Palacios
Fotofilia se encuentra abierta en la galería Sara Palacios, en Nayón. El 20 de septiembre habrá un conversatorio sobre la fotografía para el desarrollo personal, mientras que el sábado 27 se realizará un taller abierto al público.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!