
Xavier Patiño: “Soy un anarquista creador”
Un artista que une pasión, libertad y enseñanza, creando obras que inspiran y dejan huella en alumnos y público por igual
Cercano y de hablar pausado, como si tejiera cuidadosamente cada idea antes de expresarla, así es Xavier Patiño. Su emoción se percibe al comentar una obra específica, y su pasión emerge al compartir conocimientos, reflejando la dedicación que pone tanto en la creación artística como en la enseñanza.
Durante la entrevista con SEMANA, se percibe un artista que valora el trabajo constante por encima de los títulos. “Lo que tú has hecho, lo que estás produciendo, la propuesta que tienes, tu investigación y tu interés en el mundo del arte. Eso es lo que te convierte en artista”, afirma, dejando claro que para él la autenticidad y el compromiso son los verdaderos motores.
El llamado hacia la pintura
Al preguntarle desde cuándo sintió ese llamado hacia la pintura, recuerda la famosa frase atribuida a Pablo Picasso: “Todo niño es un artista. El problema es cómo seguir siendo artista una vez que se crece”. Asegura que, aunque a casi todos los niños les gusta dibujar, la vida muchas veces desvía a ese artista en potencia.
“A mí no me llevó por otro camino, sino que siempre estuve interesado, sin saber que podía ser artista ni comprender realmente qué era ser un artista. Así que siempre tuve interés por el arte”, comenta.
La pregunta lo transporta a la colección Salvat de pasta dura que salía quincenalmente, comprada por su padre, con biografías de grandes maestros como Miguel Ángel y Leonardo da Vinci. Xavier leía y eso daba pie a pequeñas historias en su cabeza. “Pensé que me estaba volviendo loco, porque me armaba películas en la mente. Creo que debí estudiar cine, porque no tenía una imagen, sino muchas”, comenta con una sonrisa. Con el tiempo, aprendió a dibujar copiando cómics, primero calcándolos y luego de memoria, inventando además sus propios diálogos.
Libertad y experimentación
Xavier siempre se ha definido como un creador libre, casi un “anarquista” del arte. “Yo he sido realmente un anarquista creador. No he tenido un estilo como la mayoría de la gente”, confiesa. Y no encasillarse en un solo estilo le generó mucho preocupación y sufrimiento. Con el tiempo, Xavier aprendió a aceptar su forma única de trabajar, y esa independencia creativa se convirtió en la clave de su obra.
Esa libertad lo llevó a experimentar sin límites. Su obra incluye pintura, objetos escultóricos, instalaciones y ensamblajes, transformando materiales según la idea que desea expresar. “Comencé a producir según lo que me interesaba en ese momento y buscaba la técnica y los materiales que la idea me exigía. Así fui produciendo y así produzco hasta ahora”, explica.
Sobre la muestra actual
Su actual exhibición en Guayaquil reúne las obras que han quedado luego de sus exposiciones en Quito (2023) y Cuenca (2024). Entre las piezas que más llaman la atención destacan unos grandes cráneos, que lejos de ser siniestros, tienen un sentido más profundo.
“No son terribles ni diabólicos”, aclara. “Más bien son conversaciones con los grandes artistas ya muertos. Puede ser Malevich o Mondrian, o pueden ser Tábara o Rendón. Es un diálogo con el pasado de esos artistas y con sus obras”.
Aunque no se considera un artista geométrico, reconoce que estas formas aparecen con frecuencia en su trabajo. Tal vez por eso disfruta tanto visitar ferreterías, donde ve posibilidades artísticas en todo tipo de objetos. “Cualquier cosa puede convertirse en una gran obra de arte”, comenta. Herramientas de carpinteros o utensilios de albañiles terminan en sus manos como materia prima para nuevas composiciones.
Otra de sus obras es una pieza que aparenta movimiento, pareciera madera, pero es una tela pintada en óleo, creada a partir de una experiencia en un viaje en tren; otra es una obra con pedazos de tela pegada, recordando los almacenes de tela en el centro de la urbe. El cuadro se llama convenientemente Guayaquil con degeneración macular, porque Xavier tiene esa condición desde muy pequeño y cuando fija la mirada en el horizonte, lo ve movido, como si fueran olas.
El mercado está en Guayaquil
La idea de que Quito concentra la mayor actividad cultural del país podría ser, simplemente, una percepción. Desde la mirada de Xavier, Guayaquil tiene un papel clave en el escenario artístico actual.
“Los grandes coleccionistas están aquí. Hay más coleccionismo de arte contemporáneo”, asegura. “En Quito también hay, pero son más tradicionales. No es que diga que no existen; sí los hay, y además hay jóvenes muy interesantes que han salido de la Facultad de Arte de la PUCE, de la San Francisco… pero el mercado está aquí”.
Profesionalización del arte
Cuando se le pregunta si se puede vivir del arte, Xavier lo dice sin rodeos: el arte ya no es lo que solía ser. “Si estudias para médico, es posible que te guste la ciencia, pero si dices que vas a estudiar arte, eso tiene una pasión extra”, comenta con convicción.
Aunque el mundo ha cambiado mucho desde los inicios del siglo pasado, el arte también ha evolucionado: hoy es una disciplina profesionalizada, con métodos, títulos y estructuras muy distintas a las de antes. “Hoy día los artistas se gradúan de licenciados, hacen maestrías y hasta doctorados”, comenta. Ya no se aprende en el taller de un maestro, como en otras épocas; ahora se estudia en universidades.
El perfil del artista también ha cambiado: ha dejado de ser el bohemio que se deprime por no vender sus obras, para convertirse en un profesional que debe dominar redes sociales, saber comunicarse y mostrar su trabajo al mundo.
Y esa idea romántica de la inspiración como un momento mágico, también ha quedado atrás. “Ya el arte no es una cosa de que ‘estoy inspirado’. La inspiración no existe. La inspiración es el trabajo”, afirma con firmeza. “No hay un querubín que viene a tocarte y entonces todo sucede. Si tú te pones a trabajar todos los días, te salen las ideas. La inspiración es trabajo diario”. Para reforzar su punto, cita a Picasso nuevamente: “La inspiración siempre me encuentra trabajando”.
Docencia y legado
Xavier comparte esa visión desde la experiencia. Combina su pasión por el arte con la docencia, pero no olvida que ha tenido suerte. “He vivido del arte. Yo me considero un tipo con suerte. Yo vendo. He vendido siempre, desde chico”, dice con gratitud y una sonrisa, y recuerda a su vecino a quien vendía sus primeras obras a 5 sucres.
Después de tantos años como profesor, ver a sus alumnos destacar en el mundo del arte es una de sus mayores alegrías. “A mí me encanta eso y trato de ayudarlos en lo que más puedo”, dice con entusiasmo. Muchos lo buscan para tomar talleres en su estudio, interesados en entender de forma más personalizada su proceso creativo.
“Me alegro cuando tienen éxito”, dice con orgullo. Para él, cada logro de sus exestudiantes es motivo de celebración. “Cuando veo que sobresalen, siento que he hecho algo bueno… me voy a morir tranquilo”, dice entre risas, con la satisfacción de quien ha dejado una huella.
Está próximo a jubilarse, pero el futuro no lo asusta. Más bien ya tiene pensada su próxima colección, Love, y por eso ya tiene su primera pieza. Además, planea realizar una exhibición conjunta con su grupo Artefactoría, manteniendo viva la pasión y el espíritu de colaboración que ha caracterizado toda su vida artística.
Artefactoría: colectivo y escena
A inicios de los años 80, en Guayaquil, nació Artefactoría, un colectivo artístico impulsado por Juan Castro y Velázquez. Inspirado en la Factory de Warhol, el grupo apostó por la creación colectiva y la experimentación. Lo integraron artistas como Paco Cuesta, Flavio Álava, Jorge Velarde, Marcos Restrepo, Marco Alvarado y Xavier Patiño.
Desde su taller en la casa de Castro, el colectivo se convirtió en un núcleo de producción artística y reflexión estética. Aunque dejó de funcionar como grupo en los años 90, sus integrantes mantuvieron el vínculo y el diálogo sobre arte. Hoy, exploran la posibilidad de una nueva muestra conjunta. Artefactoría persiste como una red de afinidades que podría reactivarse desde la memoria y la experiencia compartida.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!