
La música que te gustaba de adolescente la recordarás hasta anciano, dice la ciencia
La neuropsicóloga Catherine Loveday, ha dedicado años a estudiar esta relación entre la música y la memoria
Hay canciones que no envejecen. Suenan unos segundos y, sin previo aviso, el tiempo se repliega: aparece la habitación donde creciste, la voz de un amigo, el olor del uniforme o la risa de alguien que ya no está. La memoria no solo recuerda, sino que reproduce con exactitud esas escenas. La ciencia ha encontrado una explicación para ello, según un reportaje de la BBC.
Diversos estudios señalan que los recuerdos musicales más persistentes se forman entre los 10 y los 30 años. Este fenómeno, conocido como bache de reminiscencia, explica por qué las canciones de la adolescencia permanecen más tiempo en la memoria que las escuchadas después. Durante ese periodo, el cerebro atraviesa una fase intensa de desarrollo que deja una huella profunda en la identidad.

Lo explica la experta
La neuropsicóloga Catherine Loveday, profesora de la Universidad de Westminster, ha dedicado años a estudiar esta relación. “La música es una de las formas más fundamentales de expresar emociones”, afirma. Sus investigaciones muestran que existe un pico constante en la preferencia y en la memoria asociada a la música escuchada en la juventud. Incluso en personas mayores, los recuerdos musicales más nítidos los llevan de vuelta a esa etapa.
Loveday explica que no importa cuándo fue lanzada una canción, sino cuándo se volvió significativa para alguien. Escuchar música activa las rutas de recompensa del cerebro, incrementando los niveles de dopamina y oxitocina. “Hay evidencia de que los elementos estructurales de la música se vinculan físicamente con nuestros recuerdos autobiográficos”, sostiene.
El fenómeno también se vincula con la construcción de identidad. Durante la adolescencia se toman decisiones que definen quiénes somos: amistades, gustos, valores, proyectos de vida. La música acompaña esos procesos y se convierte en un registro emocional de ese tiempo.
El director ejecutivo de Youth Music, Matt Griffiths, lo resume así: “La música es la banda sonora de nuestras vidas. Define quiénes somos, crea lazos y amistades, y nos hace sentir mejor”.

¿Por qué mantenemos conexiones con la música de nuestra adolescencia?
Loveday concluye que la conexión con ciertas canciones se mantiene porque evocan personas y momentos clave. “Regresamos una y otra vez a los momentos esenciales de nuestra vida porque refuerzan quiénes somos”, indica.
La próxima vez que una vieja melodía te interrumpa con fuerza, no es casualidad: es tu cerebro recordándote quién fuiste y, en parte, quién sigues siendo.
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