Kate Griffith, la elegida por novias como Marcela Aguiñaga y Nathaly Quiñónez

La guayaquileña Kate Griffith ha logrado algo que muchas marcas buscan durante años: crear un sello propio. Tanto su firma homónima como su línea Kate Griffith Bridal, resuenan con fuerza entre novias y amantes del glamour, no solo por su impecable técnica sino por cada diseño. “El estilo de la marca es elegante, moderno y muy femenino”, dice. Y se nota. Basta ver una de sus piezas para reconocerla: vuelos, texturas exquisitas y un manejo del color que la ha convertido en una de las diseñadoras más solicitadas de la escena ecuatoriana.

El gran salto llegó en 2017 con una colección de vestidos con vuelos que marcó un antes y un después en su carrera, y más recientemente, con una pieza que la catapultó al ojo mediático: los vestidos de novia de Lavinia Valbonesi, la actual primera dama del Ecuador, para su matrimonio con el presidente Daniel Noboa. Pero la lista de clientas de alto perfil sigue creciendo.

Actualmente, Kate está trabajando en el vestido de novia de la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, así como en dos vestidos — civil y eclesiástico— para la reconocida modelo ecuatoriana Nathaly Quiñónez, quien está en New York. “Diseñar a distancia ha sido un reto, pero también una experiencia enriquecedora”, comenta, demostrando que la cercanía no siempre depende de la geografía.

Ya ha vestido a mujeres poderosas y figuras públicas, pero su mirada también está puesta en íconos internacionales: Porque sí, Kate es guayaquileña... pero su talento no entiende de límites.

Valbonesi, Aguiñaga y más novias

¿Qué tan presente está lo latino y lo guayaquileño en su propuesta?

Mucho. Mi marca refleja eso con vuelos, prints, y una paleta llena de colores fuertes. Han sido siempre mi lenguaje. El clima y el ambiente influyen en esa elección.

Además de haber confeccionado los vestidos de novia para la primera dama, ¿qué otras figuras públicas han confiado recientemente en su trabajo?

Actualmente estoy diseñando el vestido para la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, y también el civil y el eclesiástico para la modelo Nathaly Quiñónez. Cada proceso es completamente personalizado, porque cada mujer busca algo único, que hable de su estilo, de su historia.

Nathaly está fuera del país, ¿cómo maneja ese diseño?

Con las novias internacionales trabajamos a distancia y, la verdad, nos ha ido muy bien. Les pido que se tomen las medidas con alguien que tenga experiencia, como una costurera. Es un reto, claro, porque los vestidos de novia exigen precisión, pero hemos superado esa barrera.

¿Cómo cambia ese proceso cuando se trata de figuras públicas con perfiles tan distintos?

Marcela Aguiñaga, por ejemplo, viene del ámbito político, entonces su look debe ser sobrio, elegante, pero con carácter. En cambio, clientas como Nathaly Quiñónez, que están más conectadas con la moda, suelen buscar algo más arriesgado, más tendencia. Aun así, todas quieren algo que las represente… y lo que verán es sorpresa, todavía.

¿Tiene alguna característica especial sus vestidos de novia que la hagan destacar entre otras diseñadoras?

Sí, algo que uso bastante es el fondo nude, debajo de telas perla o blancas. Eso hace que el bordado resalte mucho más. Me gusta que la textura y los detalles se vean nítidos, que se note el trabajo artesanal. Es un detalle que ya se ha convertido en parte de mi sello.

El estilo personal de Kate

• Un look para un lunes de locura: Jean y camisa, siempre.

• Look para una noche especial: Un conjunto en tela de brocado o un vestido largo de mi marca.

• Lo que no usaría ni aunque estuviera de moda: Capris. Definitivamente no son para mí.

• El mejor consejo de estilo que le han dado: Vestirte con lo que te represente y te haga sentir cómoda.

• Una celebridad que sueña vestir: Jasmine Tookes y Olivia Palermo, sin dudarlo.

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