Julio Iglesias defiende a Isabel Preysler en uno de los momentos más críticos, luego de su ruptura con Mario Vargas Llosa. Él vive en Miami y quiere demostrar a la madre de sus hijos mayores que está ahí para ella y que cuenta con su respeto. Además, denuncia la manera en la que su primera expareja está siendo tratada por parte de la familia del Premio Nobel.

“Es profundamente injusto cómo se están comportando con ella”, dice el artista que desde hace años vive instalado en Estados Unidos con la familia que formó junto a Miranda Rynsburger, y que quiere demostrar a la mujer con la que se casó en 1971 que le guarda una grandísima admiración.

Julio Iglesias e Isabel Preysler contrajeron nupcias en enero de ese año y la unión se disolvió en 1978 y, además, solicitó la nulidad del mismo. Ella volvió a contraer matrimonio, en una ocasión con Carlos Falcó y otra con Miguel Boyer. Con Mario Vargas Llosa se rumoreó en infinidad de veces, pero nunca dieron el paso.

Desde que se produjo la ruptura, los familiares del escritor no se dirigen a ella por su nombre, sino como “esa mujer”, destacan la figura de Patricia como verdadero amor del Nobel y hacen una continua exhibición de lo unidos que están ella y Mario tras la separación de Isabel. Documentan cada reunión y las comparten en redes sociales en una exposición permanente de su vida privada; cuando, curiosamente, esto es lo que menos les gustaba a ellos de Preysler, famosa por hablar de sus relaciones en la prensa.

A todo esto, hay que sumar lo que Mario, en solitario, ha dicho. “La experiencia ha sido magnífica, pero no literaria. La experiencia se vivió y ya está, vuelvo a estar en mi casa, rodeado de mis libros”. Marcando una diferencia entre los universos paralelos de ambos y dejando patente que ambas realidades son imposible de coexistir.