
Rechazan el pedido de libertad del responsable de la muerte de John Lenon
Mark David Chapman, condenado por el asesinato de John Lennon, fue denegado en su 14.ª solicitud de libertad condicional
La decisión de negar nuevamente la libertad condicional a Mark David Chapman revive, una vez más, la sombra de una noche que cambió la cultura pop: el asesinato de John Lennon en 1980.
Chapman, de 70 años, volvió a ver frustrada su petición tras comparecer ante la junta de libertad condicional el pasado 27 de agosto; la resolución fue anunciada por el Departamento Correccional del estado de Nueva York.
El crimen y su contexto histórico
El 8 de diciembre de 1980, John Lennon, de 40 años, regresaba con Yoko Ono al edificio Dakota cuando fue abatido a tiros por Chapman, quien le había pedido momentos antes un autógrafo en una copia de Double Fantasy.
Arrestado en el lugar, llevaba entre sus manos la novela El guardián entre el centeno, del escritor estadounidense J. D. Salinger, imagen que quedó para la posteridad. El asesinato no sólo truncó una vida: fracturó una era y dejó una herida abierta en la memoria colectiva.
La rutina de las audiencias y las razones del rechazo
Chapman ya cumplió más de cuatro décadas de prisión y, desde 2000, solicita la libertad condicional cada dos años. La última registrada fue la del 27 de agosto de 2025, la decimocuarta comparecencia del criminal en busca de lsalir de la cárcel..
Aunque su expediente penitenciario muestra conducta sin incidentes graves en las últimas décadas, Chapman no ha logrado su objetivo.
La junta y las autoridades han sostenido que la premeditación del crimen y su motivación, que fue según él mismo lo ha explicado algo tan simple como la búsqueda de notoriedad, pesan mucho más que los factores favorables a su liberación.
Además, la posibilidad de riesgos para su propia seguridad en caso de excarcelación figura entre las razones esgrimidas.
Arrepentimiento y responsabilidad: ¿suficiente?
En audiencias previas Chapman ha expresado arrepentimiento y reconocimiento de la gravedad de su acto: “Sabía lo que estaba haciendo, y sabía que era malo… quería tanto la fama que estaba dispuesto a quitar una vida”, llegó a decir, según transcripciones y reportes.
Sin embargo, el peso simbólico y social del asesinato de Lennon, quien constituye una figura global cuyo legado cultural sigue vigente, hace que la clemencia encuentre barreras difíciles de franquear. Y ese es un difícil muro por superar.
La voz de la víctima y la seguridad pública
Yoko Ono, pareja de John Lennon y testigo del homicidio, y voces del entorno del músico han mantenido históricamente una postura firme contra la liberación, arguyendo tanto el dolor irreparable como posibles riesgos públicos.
Las autoridades han subrayado que la liberación de Chapman podría suscitar reacciones de violencia o represalia, argumento que las juntas de libertad condicional han tenido en cuenta en sucesivas resoluciones.
Lo que queda: memoria colectiva y la cárcel del público
Más allá de la figura jurídica de la condena, este caso plantea preguntas sobre la memoria pública: ¿puede la rehabilitación individual anular el impacto cultural de un crimen que marcó a generaciones? ¿Qué significa el perdón cuando la herida se extendió a millones?
La reiterada negativa a conceder libertad condicional subraya que, para una comunidad global, algunos actos permanecen inexcusables. Y mucho tiene que ver contra quién o quienes fueron cometidos.
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