
Adiós a Chuck Mangione, genio del fliscorno y creador de Feels So Good
El músico Chuck Mangione murió a los 84 años. Su legado marcó el jazz, el pop y la televisión por generaciones
Mientras el mundo del espectáculo no termina de llorar la partida de algunos de sus grandes en este mes de julio, como Malcolm-Jamal Warner (20), Ozzy Osbourne (22) y Hulk Hogan (24), el más reciente, la noticia de otra gran pérdida ocupa los titulares.
Se trata de uno de sus artistas más entrañables, Chuck Mangione, trompetista, compositor y figura clave del jazz contemporáneo, quien falleció el martes 22 de julio de 2025, a los 84 años, en su hogar de Rochester, Nueva York.
La noticia fue confirmada por su familia a través de un comunicado que conmovió a miles de seguidores alrededor del mundo. Murió mientras dormía, serenamente, como si su último acorde se desvaneciera en silencio.
Mangione no solo fue un virtuoso del fliscorno y un compositor prolífico, sino también un puente entre el jazz tradicional y el gran público. Supo introducir elementos del pop sin sacrificar calidad ni autenticidad, y con ello conquistó corazones más allá de los círculos jazzísticos.
De Rochester al mundo: los orígenes de un ícono del jazz
Nacido el 29 de noviembre de 1940, Mangione creció en una familia italoamericana profundamente conectada con la música. Junto a su hermano Gap formó The Jazz Brothers, una agrupación con la que grabó tres discos para Riverside Records en los años 60.
Su formación académica en la prestigiosa Eastman School of Music le dio una sólida base, pero fue su sensibilidad melódica la que le abrió las puertas del mundo.
Poco después, se sumó como trompetista a los Jazz Messengers de Art Blakey, compartiendo escenario con leyendas como Clifford Brown, Lee Morgan y Kenny Dorham. Aquella experiencia no solo pulió su técnica, sino que amplió su visión artística.
El salto a la fama y la llegada de “Feels So Good”
La verdadera explosión de popularidad llegó en los años 70. Su álbum Feels So Good (1977), y especialmente su tema homónimo, lo catapultaron a la fama mundial. Esta suave melodía de jazz-pop se volvió un himno generacional, reconocida incluso como “la más recordada desde ‘Michelle’ de The Beatles”. Radios de jazz en EE.UU. la han proclamado como “la canción número uno de todos los tiempos”.
Su fliscorno se volvió inconfundible, al igual que su característico sombrero de ala ancha, y Mangione pasó a formar parte del imaginario colectivo como el rostro accesible del jazz.
Música para el cine, la televisión y los Juegos Olímpicos
Chuck Mangione no se quedó en los escenarios. Su talento era tan amplio, que logró trascender hacia otros ámbitos artísticos, como el séptimo arte. Fue él quien compuso la banda sonora de la película Los hijos de Sánchez (1978).
Tuvo también temas memorables como los inolvidables Chase the clouds away y Give it all you got, este último convertido en la música oficial de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1980 en Lake Placid. Todo un hito.
Además, su tema fue usado por décadas en el cierre de transmisiones de Monte Carlo Televisión en Uruguay. De esa manera, quedó demostrado su alcance en América Latina.
De la música al humor: presencia en la cultura pop
Su versatilidad se extendió incluso a la animación. Mangione apareció en la serie de Fox King of the Hill, donde se interpretaba a sí mismo como celebridad de la tienda Mega Lo Mart. Su presencia recurrente lo volvió aún más cercano a una generación que lo descubrió fuera de los escenarios.
Compromiso social y despedida de un grande
Además de su carrera artística, Mangione fue un hombre de causas nobles. En 2000, recaudó 50 mil dólares en beneficio del St. John’s Nursing Home, durante el aniversario número 60 del Eastman Theatre de Rochester.
Su fallecimiento deja un enorme vacío, pero su música seguirá viva. Chuck Mangione no solo tocó jazz; hizo que el jazz tocara el alma de millones. Su legado musical y humano lo convierte en una figura irrepetible.
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