
Intento de censura en la Bienal de Cuenca reaviva el debate sobre libertad artística
La entidad denuncia intimidaciones tras pedido de retirar una obra sobre el Caso Malvinas del artista Fernando Falconí
La XVII Bienal de Cuenca enfrenta uno de los episodios más tensos de su historia reciente tras la irrupción de un intento de censura dirigido contra la obra 'Son de las Malvinas', del artista cuencano Fernando Falconí.
El conflicto estalló a partir de una carta entregada el 19 de noviembre en la Casa Bienal y firmada por el grupo que se autodenomina Dios, Patria, Orden y Tradición (DPOT). El documento exigía el retiro inmediato de la pieza, en medio de un clima de presión que luego se trasladó también al correo electrónico del artista y del evento. DPOT —que se presenta como un movimiento de ciudadanos defensores de 'la Verdad, la Libertad, el Orden, la Familia, el Trabajo y las Tradiciones'— calificó la obra como una afrenta contra el Gobierno Nacional, las Fuerzas Armadas y la unidad del país.
En la carta, el grupo escribió: “Rechazamos enérgicamente la ‘obra’ Son de las Malvinas del cuencano Falco Falconí o como se llame. La misma consiste en un cuarto cubierto de tierra donde cuelgan videos que ofenden públicamente a nuestro intachable gobierno nacional (…) y a nuestras gloriosas fuerzas armadas ecuatorianas al mostrar videos y testimonios en contra de las mismas”.
La organización exigió a la Bienal “la suspensión inmediata de la exhibición” y solicitó “garantías de no repetición” para evitar que obras similares sean incluidas en futuras ediciones. Su petición se apoyó en la idea de que, según ellos, “el arte verdadero debe buscar la belleza, la elevación espiritual y la unidad nacional”. La misiva culminó con un llamado a la institución para “corregir este desacierto a la brevedad”.
La obra: memoria, duelo y denuncia
'Son de las Malvinas' es una instalación que combina música, documental, testimonios y performance, concebida como un trabajo colectivo con las familias de los cuatro niños y adolescentes desaparecidos y asesinados en el sector de Las Malvinas, en Guayaquil, en 2024. El 24 de diciembre, sus cuerpos fueron hallados incinerados en una zona de manglar cercana a la base militar de Taura.
Falconí detalla que la canción central fue compuesta “junto con Ronny Medina, padre de Steven, Luis Arroyo y Katty Bustos, padre y madre de Ismael y Josué, y Jhoanna, madre de Nehemías (…) adaptada y musicalizada en ritmo de bunde y bambuco (…) dentro de la tradición afro-esmeraldeña que se canta e interpreta en los Chigualos”.

El proyecto incluye además varios documentales que recogen testimonios de familiares, líderes comunitarios y activistas de derechos humanos. Parte del piso de la instalación está cubierto con tierra traída de la cancha donde los niños jugaban fútbol, espacio donde fueron vistos por última vez antes de que militares los detuvieran. Sobre esa tierra, el artista trazó una cancha a escala hecha con cenizas: “Los cadáveres de los niños fueron encontrados calcinados”, explica.
La Bienal responde
La Bienal de Cuenca respondió con un comunicado oficial en el que informó que las cartas y mensajes recibidos constituyen “comunicaciones intimidatorias (…) con advertencias que afectan la integridad del artista, del equipo de la Bienal y del normal desarrollo del evento cultural”.
El documento, firmado por el director Hernán Pacurucu, señaló que lo ocurrido representa “un hecho grave que amenaza el ejercicio legítimo de la libertad artística y la seguridad institucional”, y aclaró que la denuncia ya fue presentada ante la Fiscalía del Azuay.
La institución recordó que la libertad de expresión en el Ecuador está garantizada por los artículos 16, 17, 21, 22 y 66 de la Constitución, los cuales protegen la difusión de ideas, la creación artística y la participación cultural sin censura previa. El comunicado afirmó: “Cualquier acto intimidatorio o de coacción dirigido a suprimir una obra o limitar el trabajo de un artista constituye una afectación directa a estos derechos fundamentales y es incompatible con un Estado social y democrático de derecho”.

Asimismo, la Bienal citó normativa internacional como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana de Derechos Humanos y la Convención de la UNESCO de 2005, recordando que todos prohíben la censura previa y protegen la diversidad de expresiones culturales. También mencionó las recomendaciones de AICA, que advierten sobre los efectos de la intimidación contra artistas y llaman a “no ceder ante presiones que buscan silenciar voces o invisibilizar discursos artísticos legítimos”.
El artista difunde el caso
El artista Fernando Falconí difundió su propia respuesta, en la que rechaza lo ocurrido y hace pública la carta recibida y el correo posterior del 23 de noviembre. Según él, allí se advertía que habría “acciones en contra” si su obra no era retirada. Falconí afirmó: “Grupos como estos no me han intimidado ni me intimidarán. La obra seguirá en su sede (…) gracias a la Bienal que me ha apoyado, así como al alcalde y Municipio de Cuenca”. Añadió que ya presentó la denuncia correspondiente ante la Fiscalía.
En su comunicado, Falconí sostuvo que DPOT representa “grupos de evidente corte fascista, nacionalista y racista”, y señaló que buscan “intimidar, imponer, forzar, censurar, silenciar”, sin ninguna intención de diálogo.
También rechazó que su obra haya sido calificada como “música tribal”, y explicó con detalle que la composición central está basada en la tradición afroesmeraldeña de los chigualos, vinculada a rituales fúnebres para niños fallecidos. “Desaparecen y matan niños, vidas, cuerpos. Ahora quieren desaparecer obras. Pero no pasarán”, concluyó.
El conflicto en torno a la obra continúa, mientras la Bienal de Cuenca insiste en que mantendrá su programación sin modificaciones. La institución afirma que protegerá la integridad del artista y su equipo, y que “no cederá ante amenazas ni presiones de ningún tipo”, reforzando así un debate que trasciende la escena artística y que reabre la discusión sobre los límites —y las garantías— de la libertad cultural en el país.
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