
“Umbrales de las vidas que no vemos”: la cultura funeraria llega a Quito
La exposición, parte del Mes del Patrimonio, resignifica los mausoleos Durini como espacios de memoria social
En el silencio de los cementerios, donde las flores frescas conviven con las lápidas desgastadas, laten historias que rara vez se cuentan. Los oficios anónimos de marmolistas, floristas y cuidadores mantienen vivos los rituales de despedida, tejiendo memorias en cada rincón. Ese mundo oculto, cargado de símbolos y preguntas sobre la vida y la muerte, es el punto de partida de una nueva propuesta en el Museo de la Ciudad.
El próximo sábado 20 de septiembre, a las 15:00, se inaugurará Umbrales de las vidas que no vemos, exposición temporal que se suma a la agenda del Mes del Patrimonio en Quito. La muestra es un llamado a mirar de cerca la cultura funeraria y sus múltiples expresiones.
Esta nació de una investigación que se adentró en el Fondo Durini, valiosa colección de planos de mausoleos, fotografías y documentos de los arquitectos que marcaron la transformación urbana de Quito a inicios del siglo XX. A estos archivos se sumó un trabajo curatorial en territorio, que buscó tender puentes con las comunidades vinculadas a los rituales mortuorios.
Con un enfoque antropológico, la propuesta no se limita al patrimonio arquitectónico. Los mausoleos diseñados por los Durini son resignificados como espacios atravesados por la vida social, cultural y simbólica. Se convierten en “umbrales” que permiten explorar la relación entre lo visible y lo invisible, entre la memoria colectiva y la intimidad de la despedida.

Los rituales mortuorios
El recorrido también reconoce a quienes sostienen los cementerios con sus oficios. Marmolistas que narran memorias a través de la piedra, floristas que equilibran largas jornadas de trabajo con la vida familiar, administradores que resguardan espacios cargados de historias. En sus manos, la cultura funeraria se muestra como un patrimonio vivo.
La propuesta museográfica invita a detenerse en los símbolos y a pensar en los propios vínculos con la muerte. Se plantea un diálogo sensible con comunidades y actores sociales, donde las memorias colectivas encuentran un lugar junto a los objetos patrimoniales.
De este modo, los mausoleos Durini se transforman en pretexto para hablar de cosmogonías, oficios, relatos y sensibilidades que atraviesan a la ciudad. La exposición plantea preguntas que tocan lo íntimo y lo universal: ¿qué sucede al atravesar el umbral de la muerte?, ¿qué papel juegan la cultura y el arte en la construcción de memoria?
La muestra permanecerá abierta al público de miércoles a viernes, de 08:30 a 16:30, y los fines de semana y feriados de 09:30 a 17:30.
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