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Cristian Castro en Guayaquil
Cristian Castro ofreció un show lleno de nostalgia y carisma en la explanada de El Dorado.Joffre Flores

Cristian Castro enamoró a Guayaquil, pero su concierto fue una prueba de paciencia

El cantante brilló con su voz y carisma en la explanada de El Dorado, aunque la desorganización marcó la jornada

Cristian Castro conquistó anoche, 18 de octubre de 2025, al público guayaquileño con su talento y carisma en la explanada de El Dorado. Su interpretación impecable, su cercanía con los asistentes y su repertorio lleno de nostalgia hicieron de su presentación un momento inolvidable. Sin embargo, la organización del evento no estuvo a la altura de su estrella.

Las puertas, que debían abrirse a las 17:00, permanecieron cerradas hasta pasadas las 19:00. Solo una entrada estaba habilitada para todas las localidades, lo que generó largas filas y molestia generalizada. Incluso uno de los policías presentes en la puerta comentó que no había recibido instrucciones claras y que la demora se debía a que recién estaban colocando las sillas.

Sillas apiladas, polvo y caos en las localidades más caras

Una vez dentro, los asistentes se encontraron con un panorama desordenado: muchas sillas seguían apiladas, otras cubiertas de polvo y largas filas para ingresar incluso a las zonas más costosas, cuyos boletos costaban más de 200 dólares.

Lo que debía ser una experiencia cómoda se convirtió en una auténtica prueba de paciencia.

Durante el show, el propio Cristian Castro se sumó a las críticas. El artista manifestó que la distribución del público era un “despropósito” porque lo alejaba de sus fanáticos. “A mí me gusta tenerlos más cerca”, dijo desde el escenario, pidiendo a los organizadores que dejaran acercarse a la gente. En minutos, el público se aglomeró al pie del escenario y las divisiones entre localidades casi desaparecieron, generando momentos de confusión y riesgo, ya que las salidas quedaron parcialmente bloqueadas.

Quejas por el sonido

El intérprete también evidenció problemas con el sonido. En varias ocasiones preguntó si lo escuchaban en la parte posterior, y los asistentes de la localidad general respondieron que no. Entonces, visiblemente incómodo, Castro pidió ajustes al equipo técnico y mencionó repetidamente a “Jorge”, sin especificar quién era, como responsable del audio.

Momentos de humor, cariño y calor

Pese a las dificultades, Cristian Castro mantuvo su característico humor y amabilidad. Invitó al escenario a varias niñas del público, respondió con simpatía a una fan que le pidió matrimonio —a lo que bromeó: “Si estás de acuerdo con la poligamia, aceptado, porque ya tengo novia”— y compartió micrófono con un joven que dijo estar destinado para su bio-serie.

Entre risas, también se quejó del intenso calor guayaquileño. “Ayer en Quito me congelaba y hasta necesité oxígeno por la altura; hoy me derrito”, comentó.

Un repertorio que encendió la nostalgia

Cristian Castro en Guayaquil.
Cristian Castro convirtió su concierto en Guayaquil en una noche emotiva y cercana.Joffre Flores

El concierto incluyó todos sus éxitos: Vuélveme a querer, Lloran las rosas, Azul, No podrás y muchas más. También canto algunas canciones de José José. En un momento sorpresivo, el artista decidió versionar Déjame querer en ritmo de cumbia, una de sus baladas más icónicas, lo que generó opiniones divididas entre los asistentes: para muchos, ese tema “debe seguir siendo balada por siempre”.

El espectáculo no solo tenía a Castro como atractivo principal. En la promoción se ofrecía un show con tres artistas: la banda de Israel Maldonado; Chicha Power y Tranzas y el intérprete mexicano.

El evento comenzó cerca de las 20:00 con la Chicha Power, que encendió al público con su energía. Al terminar su presentación, el propio Israel Maldonado tomó el micrófono y anunció: “¿Están listos para recibir a Tranzas?”. Pero lo que siguió no fue lo esperado.

Cristian Castro apareció en el escenario y desató la euforia del público, mientras muchos asumieron que Douglas Bastidas (Tranzas) simplemente no se presentaría. Sin embargo, cuando Castro terminó su presentación, Bastidas subió al escenario solo, con una guitarra, y ofreció un breve show acústico para cumplir con el compromiso.

En el micrófono, la producción explicó que Tranzas no pudo presentarse antes por “problemas en los tiempos del evento”, una situación que terminó por desalentar al público: cerca del 60 % o 70 % de los asistentes ya había abandonado el lugar tras la actuación de Castro.

Cristian Castro ofreció una noche llena de talento y cercanía, pero la desorganización, los problemas de audio y la falta de control en el acceso al evento dejaron una nota amarga. Su entrega fue impecable, pero la experiencia del público, lamentablemente, no lo fue tanto.

@juanpablomoncayo Un evento más con pésima organización en la Explanada del Dorado #CristhianCastro #Guayaquil #RiocentroDorado #viral #gye ♬ sonido original - Juan Pablo Moncayo

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