Guayaquil

Transportistas locales exigen el alza del pasaje o un subsidio

El combustible subió gradualmente.  El gremio anunció reducción de sus horas de circulación.  La autoridad disuade esa decisión y promete diálogo.

Urbe. En Guayaquil hay 2.700 buses que mueven al 80 % de ciudadanos.
Urbe. En Guayaquil hay 2.700 buses que mueven al 80 % de ciudadanos.Freddy Rodríguez / Expreso

En Guayaquil hay 2.700 buses que mueven al 80 % de ciudadanos que usa transporte público. Con la pandemia, esa cifra decreció, junto con los ingresos para el gremio, que está sumergido en una crisis que no pretende alzar el hombro un solo día más. Los buses, desde ayer, pretendían rodar menos horas.

Durante la pandemia, se recrudeció la crisis de los consorcios. Se pararon algunas unidades.

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En una ciudad que acaba de aprobar un fondo de ayuda solo para la metrovía y que no termina de concretar cuál será la acción que se siga para mitigar la crisis con los buses, la Autoridad de Tránsito Municipal se limitó a comunicar que garantiza el servicio de transporte y que ha concretado reuniones para la próxima semana.

Con eso se alivió la tensión que ayer, al atardecer, ya se sentía en las calles con la amenaza de la Federación de Transportistas Urbanos del Guayas (Fetug). De acuerdo a las nuevas normas que intentaron imponer, las unidades empezarían a retirarse de ruta a las 17:00. Esto es, con suerte, el transeúnte hallaría bus a las seis. De allí en adelante, metrovía, taxi o a pie serán las opciones.

DiálogosLa ATM, la Fetug, la Uprocotug y autoridades del Gobierno Nacional participarán en las mesas para tratar el alza del combustible.

La Fetug había advertido de esto a mediados de enero. El Gobierno ha metido la mano en sus bolsillos con un alza gradual del combustible.

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Christian Sarmiento, presidente de la organización, lo explica con números. “Se ha incrementado gradualmente el valor del combustible. Y se ha hecho cada mes. Estaba primero en $ 1,08, bajó a $ 1 y ha ido en aumento a $ 1,13, $ 1,22... Hoy el galón cuesta 1,33 centavos. Estamos pagando prácticamente 30 centavos más”.

Hay que recordar que el presidente Lenín Moreno firmó el 4 de noviembre de 2020, el Decreto Ejecutivo 1183, que añade más factores para el cálculo del valor de cada galón de gasolina extra, ecopaís y diésel. El decreto determina que la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales no Renovables será la encargada de fijar el precio de manera mensual.

El datoEl exministro de Economía, Fausto Ortiz, recuerda a EXPRESO que en diésel se consumen 1.300 millones de galones al año y que su precio está muy por debajo del valor internacional, que bordea los $ 3,3 el galón. Entonces, la subida gradual iba dirigida, más, a este último y, desde su experticia, es inevitable.

“El tamaño del subsidio del combustible ha sido casi tan grande como el déficit fiscal. Es una locura pensar que el país tenga que endeudarse más por no poder controlar el precio de los combustibles”, observa el experto en finanzas. Ese subsidio bordea los mil millones de dólares en la actualidad.

Los transportistas son claros. Saben cuáles son sus limitaciones y conocen qué quieren. “Pedimos que sea el precio del combustible subsidiado para el servicio de transporte urbano, pero no lo van a hacer. Entonces, queremos una compensación o un incremento a la tarifa no menor a diez centavos del valor actual”.

La metrovía siempre está llena. Tanto en sus paradas como en sus unidades.

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Las autoridades locales y gubernamentales, porque también el ministro de Transporte y Obras Públicas, Gabriel Martínez, prometió diálogo, han dilatado la agenda para los próximos días en que se deban poner sobre la mesa de trabajo los pros y contras de esta crisis que ha de pasar factura a algún sector los meses siguientes. Y está claro que los transportistas pretenden no verse afectados.

Esos golpes al precio que sube a cuentagotas, aseguran, rebotan en gastos. Las 64 cooperativas de transportación urbana se han visto afectadas. Por ejemplo, antes del alza, los conductores estaban obligados a poner 30 dólares en combustible, para abastecerse de 29 galones y trabajar todo el día. La jornada dura de 05:00 a 22:00.

Hoy, pagan $ 10 más en combustible. Y a la crisis se suma la disminución de pasajeros al 40 % por vehículo, el hecho de que menos gente salga, o por estar desempleada o por acogerse a teletrabajo, y que ya no cuenten con rubro por pasaje estudiantil, pues las entidades siguen cerradas. “Por donde se mire, insostenible, y si no hay acuerdo, trabajaremos menos horas”, dice Sarmiento.