
Radares de adorno en Guayaquil disparan siniestralidad y desconfianza ciudadana
Equipos inoperativos dejan las calles sin control. Reducir accidentes y recuperar la confianza ciudadana son retos urgentes
Guayaquil tiene radares de adorno, y no es ironía, pues estos se encuentran inoperativos desde inicios de abril de 2025 y están forrados con leyendas como “radar inhabilitado” o “radar en calibración”. Según lo conocido, el entonces gerente de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), Manuel Salvatierra, indicó que permanecerán así, al menos hasta octubre de 2025.
“Aproximadamente en el mes de octubre volveremos a tener radares en Guayaquil, pero eso no depende de la ATM porque hay un proceso de importación que está en marcha y luego deberá emitirse un certificado de calibración”, señaló Salvatierra, quien ya no figura como gerente; en ese puesto se encuentra ahora Fernando Navas.
Durante este tiempo, las consecuencias en la ciudad son evidentes. Para algunos, la ausencia de radares es motivo de celebración, debido a las quejas por falta de garantías, multas fantasmas o errores. Sin embargo, también está la cuestión de la siniestralidad, ya que muchas veces el irrespeto a las normas se incrementa ante la ausencia de radares operativos que obliguen a reducir la velocidad.
La propia ATM evidenció una realidad preocupante: entre el 4 y el 30 de abril de 2025, las cifras muestran un aumento del 100% en muertes, del 9% en heridos y del 7% en siniestros causados por exceso de velocidad, en comparación con el mismo período de 2024.

En las estadísticas de siniestralidad publicadas en la página oficial de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), se detalla que Guayas lidera las cifras de siniestros por provincia, así como en número de fallecidos y lesionados. De enero a agosto se registran 4.587 siniestros, con 431 fallecidos y 4.901 lesionados. De este total, 3.090 siniestros ocurrieron en el Puerto Principal.
Radares en Guayaquil: ¿la ATM respondió?
EXPRESO se contactó con la ANT, que señaló que el estado actual de los equipos corresponde a cada GAD. Ante esto, este Diario solicitó una entrevista con la ATM para conocer la recaudación, el estado de los radares, su regreso, y si alguna parte de los ingresos se destina a mejoras viales y de tránsito, pero hasta el cierre de este artículo no hubo respuesta.
Para Carlos Morales Anchundia, jurista y exjuez quinto de tránsito de Guayas, la desactivación de radares provoca un aumento de la siniestralidad vial, aunque aclaró que “estos accidentes son evitables e invitaría a manejar en lo que llamo ‘modo paseo’, ya que debe ser una decisión interna, personal, y no supeditada al control exterior de un dispositivo”.
Morales destaca que se debe cumplir con la Ley Orgánica de Transporte Terrestre y Tránsito y sugiere incluir la educación vial como parte del proceso. “Ya es hora de que recuerden que la familia los espera en casa”, remarca, y hace un llamado a que los radares estén calibrados para cumplir el debido proceso y no funcionen como órganos sancionadores.
"Limitadores de velocidad", una propuesta
Por su parte, el arquitecto y catedrático universitario Héctor Hugo recuerda que los reportes de prensa ya mostraban un aumento de fallecidos respecto a 2024. También advierte sobre una “desconfianza ciudadana” hacia los radares, debido a la percepción social de que funcionan más como cajas recaudadoras que como mecanismos preventivos.
“Si bien puede generar algún nivel de prevención, este es escaso porque la señalización es deficiente y la mayoría de los conductores excede la velocidad al no conocer los límites en ciertos tramos sin señalética. La situación no es que esté mal el uso de radares, sino que está mal implementado. Debe haber un proyecto piloto con limitadores de velocidad electrónicos de forma escalonada, como en países desarrollados, donde se reduce la siniestralidad”, comenta.
El académico afirma que las autoridades deben implementar un modelo sostenible de prevención real y escalonada, evitando que el sistema sea únicamente recaudatorio. “Debe aplicarse a nivel general, con coordinación del Gobierno central, el municipio y agentes de tránsito central y municipal”, acotó.
Según el Anuario Nacional de Seguridad Vial 2024 de la ANT, Ecuador registró en 2024 un total de 2.302 fallecidos y 18.312 heridos por siniestros de tránsito, lo que evidencia la magnitud del problema.
Si quieres seguir leyendo contenido de calidad, no olvides suscribirte aquí