
Prefectura del Guayas bloqueando obras del Municipio de Guayaquil: ¿Hay antecedentes?
El reciente ultimátum por el paso a desnivel en Los Ceibos asienta las disputas entre entidades
El ultimátum de cinco días que la Prefectura del Guayas dio al Municipio de Guayaquil el pasado 14 de agosto para despejar la avenida Del Bombero es el capítulo más reciente de una tensa relación institucional.
¿Hay historial?
No es el primer roce entre instituciones. La intervención más directa y visible de la Prefectura en una obra municipal es, precisamente, el caso del paso a desnivel en Los Ceibos. Este "bloqueo" se ha desarrollado en dos fases clave:
La suspensión inicial (julio 2025): El 11 de julio, la prefecta Marcela Aguiñaga anunció que acataba la orden de suspender los trabajos en la avenida Del Bombero. Sin embargo, es crucial el contexto: la Prefectura no actuó por iniciativa propia. La medida fue una respuesta directa a una notificación del Ministerio de Ambiente (MAATE), que ordenó la paralización por la "alarma social" generada tras múltiples denuncias ciudadanas. Irónicamente, fue la propia Prefectura la que había emitido el registro ambiental para ese mismo proyecto al Municipio en octubre de 2023.

Un mes después, la Prefectura endureció su postura al dar cinco días al cabildo para retirar todo el material de la zona.
La disputa por las licencias ambientales
Mucho antes del conflicto en Los Ceibos, ya existía una fricción significativa. En enero de 2025, el Ministerio de Ambiente suspendió la autoridad del Municipio de Guayaquil para emitir licencias ambientales, transfiriendo esa competencia a la Prefectura del Guayas.
Lejos de ser una toma de poder, la prefecta Aguiñaga se mostró en contra de la medida. "Lamentamos que sea la ciudadanía guayaquileña la afectada ante esta decisión apresurada", declaró en su momento.
En ese entonces, sin roces con el alcalde Aquiles Álvarez, Aguiñaga se quejó públicamente de la falta de recursos económicos, logísticos y humanos para asumir de imprevisto una carga de trabajo tan grande, afirmando que no fueron notificados adecuadamente para la transición.
La postura del alcalde Aquiles Álvarez, en ese entonces, no fue de confrontación con la Prefectura, sino con el Ministerio. Afirmó que la insistencia de Ambiente en trasladar la competencia "complica los trámites para los guayaquileños". En este caso, ambas autoridades locales parecieron ser víctimas de una decisión del gobierno central que generó caos administrativo.
Los antecedentes demuestran que sí ha habido "bloqueos", pero el contexto revela que la Prefectura ha actuado, en gran medida, como un ejecutor de las disposiciones del Ministerio de Ambiente. Sin embargo, el alcalde de Guayaquil insiste que las acciones de Aguiñaga 'alimentan' la persecución.