
Parques de ciudadela Guayacanes: conectarlos como redes es una propuesta en Guayaquil
Se propone unir los espacios públicos en el norte de Guayaquil. Residentes exponen la necesidad de dar mantenimiento
Cada fin de semana, el Parque de la Amistad es el punto de encuentro para jóvenes y adultos que tienen en el fútbol una opción de esparcimiento y de seguridad ciudadana.
La cancha de tierra recibe a una veintena de personas que ven en el deporte una vía de distracción saludable. Es la cuarta etapa de la ciudadela Guayacanes, en el norte de Guayaquil.
El criterio de los vecinos del sector
Eduardo Pesantes ha vivido en el sector durante las últimas dos décadas. Como miembro de la directiva barrial, señala que hace más de un año solicitaron al Municipio que le dé mantenimiento al espacio, que luce descuidado, con los arcos oxidados o las jardineras rotas.
Sin embargo, su pedido aún no encuentra eco. También esperan que les coloquen máquinas para hacer ejercicio, sobre todo para los adultos mayores.
Mejorar el espacio también ayudaría a que las personas puedan hacer caminatas y otras actividades, además de que los niños disfrutarían con seguridad de los juegos infantiles. Así lo cree Carlos Morochz, otro de los vecinos, quien comparte con sus hijos en el sitio.
Este es uno de los 19 parques que se incluyó en una investigación para revitalizar los espacios públicos, mediante el diseño de redes conectivas.
Ariel Tipán y Jeanpierre Vinueza elaboraron la propuesta, como parte de su tesis para obtener el título de arquitectos por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU), de la Universidad de Guayaquil.
Lo novedoso de la propuesta es que utiliza como referencia la forma orgánica de la semilla del guayacán, para darle un toque diferente a ciertas áreas de los parques.
“Las formas sinuosas permiten que el peatón pueda recorrer el parque, dar la vuelta, ingresar a alguna de las canchas o pasar por alguna de las áreas verdes”, menciona Vinueza. De esta forma, se rompe el concepto de espacios lineales.
“Uno entra a un parque y ve que hay una forma recta. Lo que queríamos era incitar al peatón a transitar por los espacios públicos. Este diseño ayuda un poco a mejorar la imagen urbana, el entorno, y termina siendo un atractivo turístico a nivel visual”, remarca Tipán.

Las propuestas ciudadanas ante la situación
Que estos espacios se conviertan en un atractivo turístico, es otro de los objetivos. Para esto, se ideó una red de ciclovías que conecte el cuadrante donde están los parques, conformado por las vías Antonio Parra Velasco, calle del Maestro, George Capwell y calle 20 A.
Unir los parques a través de cruces peatonales a nivel de acera ofrece un recorrido continuo. “Esto permite que peatones circulen a un mismo nivel por toda el área revitalizada, sin tener que bajar al nivel de la calle al cruzar entre manzanas, lo cual es particularmente útil para personas con movilidad reducida en sillas de ruedas, mamás con cochecitos de bebés o personas mayores con muletas”, destaca la arquitecta Alina Delgado, quien fue tutora de la tesis.
residente
En la investigación se identificaron problemas como subutilización de parques, fragmentación peatonal, percepción de seguridad y pérdida del sentido de pertenencia.
Recuperar estos espacios comunitarios y evitar que caigan bajo control de la delincuencia, es algo en lo que trabajan vecinos del Comité barrial Guayacán, que comprende las manzanas 146, 147, 154 y 154 A.
Su presidente, Fabián Quiñónez, destaca que residentes cuidan las áreas verdes y trabajan en organizar eventos, como el que se hará por las fiestas octubrinas, que incluye juegos tradicionales y partidos de indor.
Por la inseguridad, muchos ciudadanos ven en el cierre de calles y espacios públicos la única opción para frenar este problema, pero Vinueza recalca que “el objetivo es generar este atractivo para las personas, que sea un catalizador para evitar la inseguridad y que tantos espacios sean cerrados”.
Coincide con especialistas que en EXPRESO han señalado la problemática de optar por el encierro como única forma de enfrentar la inseguridad.
Otro aspecto que resalta de la propuesta es que cumple con el estándar internacional de 3-30-300, que dispone que haya al menos tres árboles visibles desde los hogares, que exista 30 % de cobertura arbórea, y que 300 metros sea la distancia máxima para acceder a un espacio público de calidad.
Tipán resume el espíritu de la iniciativa: “La solución no es encerrarnos con rejas, sino tener estos espacios abiertos para que las personas no abandonen estos parques y los usen”.
