El Paraíso
Las canchas. No cuentan con las condiciones mínimas para ser utilizadas por los residentes. Los dos arcos de fútbol, por ejemplo, están rotos como se observa en la imagen.JUAN FAUSTOS SANDOVAL

En El Paraíso quieren volver a utilizar su cancha deportiva

Los vecinos buscan a EXPRESO para denunciar el mal estado del área. Dicen que desconocidos realizan actos vandálicos Piden intervención del sitio

Lo que antes era un espacio para que niños, jóvenes y adultos hicieran deporte y se recrearan en la ciudadela El Paraíso, norte de la ciudad, hoy se ha convertido en un ‘sitio descuidado y peligroso’.

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La denuncia la hacen los habitantes de este sector quienes, a través de EXPRESO, piden al Municipio que intervenga el lugar para que vuelva a ser utilizado por los residentes y no por personas desconocidas que llegan al área para realizar actos vandálicos.

Se trata de la cancha deportiva, ubicada en la calle Las Toronjas. Los vecinos argumentan que esta no cuenta con las condiciones mínimas para ser utilizada por la comunidad.

Los desechos de maderas, latas de colas y cervezas, colillas de cigarrillos, botellas plásticas y restos de comida aparecen desde la propia entrada al recinto deportivo, aunque una vez dentro el problema es más evidente.

Los dos arcos de fútbol están rotos, la canasta de baloncesto está estropeada, el área de voleibol ha desaparecido, las grietas que predominan en el suelo y los vertidos de basura y restos continuos han llevado a que el espacio ya no sea frecuentado por los residentes.

El Paraíso
Daños. En el espacio hay basura y grietas en prácticamente todo el área. Por eso son contadas las personas que la visitan.JUAN FAUSTOS SANDOVAL
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En esta cancha no hay servicio higiénico. El que existió hasta hace 10 años fue desmantelado y hoy solo se observan unos pedazos de caña que formaron parte la construcción ecológica.

“Queremos que el Municipio intervenga la cancha para que se la arregle y recupere, a fin de que vuelva a ser utilizada por todos los vecinos”, indica Luis Burgos Sotomayor, quien habita más de cuatro décadas en El Paraíso.

Tenemos un espacio para la integración de los vecinos, pero no podemos usarlo porque está deteriorado y por el peligro que representa por la presencia de extraños.

Luis Burgos
residente de la ciudadela El Paraíso

El residente denuncia que los actos vandálicos son frecuentes, lo que ocasiona desperfectos que convierten el espacio en impracticable. El último de ellos tuvo lugar hace unos días, cuando personas desconocidas llegaron a la cancha que colinda con el Bosque Protector Cerro Paraíso, -donde habitan decenas de especies-, armaron una fogata y se pusieron a beber.

Aquí no se puede jugar con tranquilidad, ya que alguien podría romperse un pie o sufrir algún accidente por las grietas que hay en el piso”, critica Ángel García, otro residente que recalca que la mayor parte de los vecinos ha decidido no usar las instalaciones mientras no se la mejore.

El Paraíso
La comunidad lamente estar prácticamente perdiendo un espacio que en el paseo era usado para hacer comunidad.JUAN FAUSTOS SANDOVAL

Pero la cancha no siempre está vacía. “Aquí vienen a menudo visitantes de otros lados a jugar fútbol bajo su propio riesgo; pero también llegan bebedores, fumadores que se apoderan del lugar para realizar cosas obscenas. Ya estamos cansados de llamar a la Policía. Los uniformados vienen y los echan, pero al día siguiente regresan”, relata el vecino.

Hemos pedido por reiteradas ocasiones al Municipio que mejore esta cancha, pero seguimos esperando respuesta. Nosotros no podemos hacer todo el trabajo.

Marianita Burgos
habitante de la ciudadela
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Mariana Burgos, otra residente, señala que el cemento de la cancha está agrietado, lo que dificulta el deporte y supone un riesgo. “El punto tiene potencial, debido a su cercanía con el Bosque Protector; pero las autoridades municipales no han querido intervenirlo”, lamenta.

Ella recuerda que el Cabildo tiene en mente un proyecto turístico que involucra visitas al cerro. “Pero no entiendo cómo quieren ejecutar este plan cuando ni siquiera las canchas tienen personal de seguridad, tomando en cuenta que es un paso obligado antes de trepar al bosque”, cuestiona, al señalar que en el sitio ya han existido personas extraviadas, ya que no siempre se cuenta con la presencia de un guía.

“Hay agentes metropolitanos que realizan rondas en el bosque de vez en cuando, pero no siempre están en el punto cuando hay una emergencia. Nosotros hemos prestado ayuda cuando alguien se ha perdido o ha sufrido daños por alguna caída”, reitera.

A la cancha llegan personas a fumar, beber y realizar actos indebidos. La Policía los desaloja un día y al siguiente otra vez se toman el sitio. No hay un estricto control.

Ángel García
habitante de El Paraíso

Esta situación se suma a otros reclamos para mejorar el estado de la ciudadela.

En el cerro también está el Mirador o la Gruta de Santa María de El Paraíso, que pasa desapercibida por la falta de seguridad y mantenimiento. “Los moradores hacemos minga, pero siempre está sucia porque viene gente de otros lados a libar y deja desperdicios”, anota Charles Sigüencia, quien hace énfasis en la necesidad de fortalecer la seguridad a través de la presencia de policías y de guardabosques que puedan velar para que no utilicen el área para cometer actos indebidos.

Reclamo. Los habitantes llevan al menos unos cinco años pidiendo por la recuperación y cuidado de gruta, pero las autoridades no los escuchan.
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A pesar de contar con una Unidad de Policía Comunitaria construida por los vecinos hace más de 30 años, ningún agente pernocta en las instalaciones porque su estructura no lo permite. Por ello, desde hace dos años, la comunidad se unió para contratar vigilancia privada. Dos guardias de seguridad recorren en moto la ciudadela desde las 18:00 hasta las 06:00; mientras que dos uniformados más están apostados a la entrada de la calle Ciruelos, donde se ha instalado una garita que impide el paso de extraños. “Con esto se ha reducido el robo por las noches, pero en las mañanas el problema persiste”, subraya Sigüencia, al puntualizar que a la zona le hace falta mucho y que seguirán denunciando los problemas hasta que sean resueltos.