
Narcotráfico es la causa de asesinatos y corrupción en los puertos de Guayaquil
Los trabajadores aseguran que los narcotraficantes no escatiman esfuerzos y dinero para contaminar los contenedores
La seguridad aún es tema de preocupación en los puertos marítimos de Guayaquil. Solo en la última semana, dos guardias de uno de los embarcaderos de Guayaquil fueron asesinados, un operador de la misma compañía fue baleado en la ciudadela Naval Norte, otro murió a causa de un ataque armado en la avenida Pío Jaramillo, en el sur; y hasta cuatro uniformados de las Fuerzas Armadas, junto con guardias de seguridad, fueron detenidos por supuestamente contaminar con droga un contenedor.
Disputa de bandas
Máximo, quien labora en uno de los atracaderos, revela a este Diario que trabajan con miedo constante de ser el siguiente en la lista ‘negra’.
“Es por la disputa entre bandas. Cada quien quiere meter su ‘merca’”, dice como hipótesis el hombre. Él comenta que el problema más grande se debería a que “siempre hay alguien que quiere mandar a como de lugar". Es decir, sin considerar las víctimas colaterales que resulten en la pelea por dominar el
Él, a pesar del temor, pone su vida en las manos de Dios cuando va a iniciar sus turnos. Siempre atento a sus costados y fijándose en los detalles de quienes puedan caminar a su lado mientras se dirige a su vivienda, en el sur, o hasta el puerto. “Toca estar paranoico para sentir que hay más seguridad”, admite.
Él confiesa que entre colegas corre el rumor de que la tarde del jueves 11 de septiembre otro trabajador portuario fue acribillado. No obstante, no tienen detalles de en qué sector o cómo sucedió el hecho violento.
La militarización es una de las estrategias que hace seis meses, el 18 de marzo de este año, los ministros de Defensa y del Interior, Gian Carlo Loffredo y John Reimberg, presentaron como refuerzo en cuanto a seguridad en las terminales fluviales

Sin embargo, de acuerdo con Máximo, el viernes 12 llegó un grupo de uniformados a hacer una ‘visita’ fugaz. “Hoy (viernes 12) vino un grupo de militares a intentar resguardar. Lo malo es que solo se tomaron una foto y se fueron ‘por las mismas’”, lamentó.
Para expertos en seguridad, es complicado mantener el cerco en los puertos. “Desde antes de que se conociera del auge de la droga, ya había contaminación en los puertos porque abrían los contenedores y robaban carga. En los últimos años, con el crecimiento de la producción y movimiento (de droga) fue fácil volver a corromper el sistema, que ya estaba contaminado”, explica Nelson Yépez, quien además considera que el escenario de violencia se repetirá hasta que no haya una depuración total.
El argentino Daniel Adler, otro especialista, sostiene que la corrupción es la raíz de los ‘males’. “El narcotráfico corrompe todo lo que toca (...) Se lo frena con contramedidas, cámaras ocultas, denuncias anónimas; pero todo funciona con denuncias”.
Por su parte, Kleber Carrión, exoficial de Inteligencia, refuerza la teoría de Máximo y explica que la pugna es una de las razones por las que asesinan deliberadamente. “Puede ser porque quieren cooptar la operatividad de los puertos, porque no les cumplieron alguna oferta o les neutralizaron la carga”, dice.
Entre las soluciones que él propone para evitar la corrupción en la cadena está una nueva normativa laboral que permita pruebas de confianza; es decir, más controles para personas que laboren en los puertos.
Finalmente, Daniel Pontón, decano de la Escuela de Seguridad y Defensa del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), dice que para evitar los ataques contra quienes trabajan en los puertos, podría replantearse un tratamiento especial a las normativas de las zonas de seguridad, en las que se incluye a los puertos fluviales.
Máximo, finalmente, eleva el pedido de ayuda en seguridad a instancias internacionales. “No sé a dónde se tenga que recurrir, pero que la ONU (Organización de las Naciones Unidas) intervenga porque es insostenible lo que pasamos día a día”.
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