
Menos palabras y más acción, el mejor homenaje a Guayaquil
Líderes comunitarios y de organizaciones civiles hablan sobre el papel de las autoridades en la urbe
Guayaquil celebra hoy los 205 años de su independencia de la Corona española. El 9 de octubre, además de ser motivo de festejos, debería asumirse también como una fecha para reflexionar sobre el futuro de la ciudad y exigir a las autoridades, tanto locales como nacionales, mayor atención y sobre todo respuestas frente a los problemas que afectan a diario a sus habitantes.
EXPRESO consulta a líderes comunitarios, representantes de organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos de Guayaquil qué pedidos plantean a las autoridades para lograr avanzar hacia el progreso, en lugar de caer en el estancamiento.
Gelacio Mora, representante del colectivo Tejido Social en Guayaquil, lamenta que los conflictos permanentes entre las autoridades locales y nacionales estén agravando las dificultades que enfrenta la ciudad.
“Solo con unidad de criterios, renunciando a egoísmos, vanidades y ‘vendettas’ personales, podremos lograr la tan ansiada paz, progreso y bienestar por el que día a día luchamos los ciudadanos”, expresa.
Sugiere invertir recursos en la “recuperación del tejido social” y que se priorice la atención a vendedores ambulantes.
“Ojalá desde la Municipalidad se brinde una oportunidad a los comerciantes informales, aquellos seres humanos que buscan honradamente llevar el pan para su hogar pero no han sido regularizados. Eso contribuirá a la recuperación económica de la gente”, plantea.
Gelacio Mora
colectivo Tejido Social en
Guayaquil
Más coordinación y unidad podría ayudar a Guayaquil
César Cárdenas, del Observatorio Ciudadano de Servicios Públicos, coincide en que la falta de coordinación entre Gobierno central y Municipio es el problema más urgente a resolver. “Guayaquil está tomado por los extorsionadores. Los pequeños negocios están cerrando. La única forma de combatir este problema es unidos, porque muchas veces los ciudadanos no sabemos a quién recurrir”, manifiesta Cárdenas.
Agrega que la deficiencia en la dotación de servicios básicos a los guayaquileños es otro inconveniente derivado de la falta de coordinación entre entidades. “Deberían hacerse auditorías totales a las empresas que nos proveen los servicios básicos. Nosotros somos los únicos afectados por la falta de capacidad de las empresas públicas para resolver problemas”, expresa.
En Guayaquil existen sectores con carencias que el Cabildo no ha logrado atender. Uno de ellos es el icónico barrio Garay, en el suroeste de la urbe, donde Xavier Zurita, presidente del Comité Pro Mejoras, impulsa actividades junto a un grupo de vecinos, como el desfile cívico estudiantil, que se ha vuelto ya tradicional en este sector.
Con años de lucha a cuestas, Zurita indica que en el barrio Garay faltan áreas deportivas y una casa comunal. Asimismo, pide atender temas como la falta de alumbrado público.
“Queremos que se reactive lo más pronto posible el área turística en el sector del Salado, con la Plaza de la Música. Pero los dirigentes comunitarios necesitamos también tener un contacto más directo con las autoridades”, sugiere el ciudadano.
presidente Comité Pro Mejoras del Barrio Garay
Leticia Sánchez, quien forma parte de la Corporación de Profesionales de Turismo del Litoral, explica que fortalecer la identidad local es prioritario para atraer visitantes a la ciudad. “¿Cuál es la identidad guayaquileña? Es ese ciudadano que ama su tierra, que ama trabajar, que busca el desarrollo y siempre es proactivo para crear nuevas estrategias o productos para sí mismo y para los demás. El porteño tiene esa identidad posicionada, hay que explotarla”.
Para Yvonne Roca, de la fundación Rescate Animal Ecuador, aún está pendiente la aprobación de una ley de protección de los derechos de los animales. Considera que la deuda pendiente en Guayaquil son las campañas masivas de esterilización, así como la problemática del abandono y el maltrato.
“En Guayaquil se necesita atender los casos de maltrato animal con la rigurosidad y seriedad que amerita, porque el maltrato animal es un indicador de violencia de la sociedad y la violencia no discrimina a sus víctimas”, dice.
Fernando Alburquerque, activista social, opina que las grandes deudas pendientes de las autoridades en Guayaquil es el acceso equitativo a los servicios básicos, “la generación de empleo digno y la protección social”.
Dice que la lucha contra la violencia comienza con una planificación a largo plazo en ámbitos como la educación, infraestructura, salud y con oportunidades para los jóvenes. “El mejor homenaje que Guayaquil puede recibir en sus fiestas octubrinas no son discursos ni promesas, sino soluciones concretas que devuelvan seguridad, prosperidad y esperanza a sus ciudadanos”, sentencia.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!