Alrededor de las 12:30, de este 7 de noviembre, un grupo mayor de 20 personas ingresó a la etapa Rubí, en la urbanización La Joya, Daule, donde la gran mayoría estaba con pasamontañas o llevaban mascarillas. Varios de los encapuchados contaban con toletes, lo que intimidó a los moradores, que no sabían lo que estaba ocurriendo.

De acuerdo a los habitantes, esta multitud habría traspasado toda seguridad sin mayor dificultad, y se agruparon en la entrada de la administración, donde intentaron ingresar a la fuerza, pero no lo consiguieron.

Este Diario se comunicó con la administración de la etapa Rubí y la Policía Nacional de la zona 5, quienes hasta la publicación de esta nota no dieron ninguna respuesta sobre quienes eran estas personas que ingresaron a la fuerza a esta residencia privada o cuál fue el accionar de las autoridades.

Sin embargo los moradores del sector realizaron este 7 de noviembre una reunión a las 22:00, para determinar cómo se va a proceder con los hechos suscitados al medio día. "Realizaremos las denuncias pertinentes contra estas personas, como moradores no nos quedaremos callados ante estas acciones. Además, que ya hemos presentado al Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), el pedido pertinente para hacer el cambio de directorio", señala un vocero de la actual administración interina, quien por motivos de seguridad pidió que su identidad quede anónima. Los moradores afirman no solo haber visto a los encapuchados, sino que ellos también dicen que observaron al presidente de la etapa, quien, señalan, trajo a esta multitud.

"Lo último que supimos y vimos es que se lo llevaron detenido, pero ya está de nuevo en su casa", señala el vocero del directorio temporal.

Este hecho ocurre apenas unas semanas después de que, como publicó EXPRESO, la ciudadanía denunciara la falta de seguridad en la urbanización. La noche del pasado 24 de octubre alrededor de las 19:00, dos antisociales ingresaron a la etapa Rubí, donde irrumpieron en uno de los predios y sustrajeron varias pertenencias de los domiciliarios, que no se encontraban al momento del robo. Entre las pertenencias sustraídas estaban reliquias familiares, según denunciaron.

Además de que se encontraron documentos y tarjetas de créditos fuera de su lugar y alineadas, como si se hubiese tomado foto de ellas, precisó a EXPRESO el dueño de la vivienda asaltada, quien solicitó en ese entonces que no se publicara su nombre.

“La puerta la rompieron, por suerte pudimos grabar las caras de los ladrones, pero no es posible que entren así como así y vengan a robar”, reclamó. Ante esta situación, varios residentes salieron a reclamar por la poca seguridad y los filtros que existen para ingresar a los predios privados. 

“Se paga mes a mes una alícuota para que al final entre cualquiera... La única cámara que sirve en esta ciudadela es la de la garita, sumada a las que colocan las familias en sus hogares, pero por cuenta propia; porque las que han sido colocadas por la administración están de adorno”, señaló el morador Julio Flores; que se quejó de la falta de control registrado, una queja que compartieron los habitantes que cuestionaron el hecho de por qué tener que pagar tanto por seguridad, si no la reciben.

"La gente vivió con temor en esos dos minutos que tardaron en entrar en masa estas personas, no sabíamos que pasaba, solo espero que todo esto no se vuelva a repetir, con los robos ya era suficiente”, dice Marco Rodríguez, residente.