PARQUE SAMANES A MEDIA LUZ
PARQUE SAMANES A MEDIA LUZ. PERIODISTA: JOSUE ANDRADE. AG-EXTERNOS.JOFFRE FLORES

La recreación en el Parque Samanes es a media luz

Ciudadanos reclaman que hay deficiencias en el parque, pese al cobro del parqueo. Visitantes piden más iluminación  

El parque Samanes, que alguna vez fue presentado como un ícono de innovación, deporte y naturaleza, hoy recibe más quejas que elogios. Este espacio verde de más de 80 hectáreas, uno de los más extensos de la ciudad, se ha convertido en escenario de constantes reclamos por parte de los visitantes, sobre todo por la falta de iluminación.

Hasta la redacción de Diario EXPRESO llegaron reportes ciudadanos que alertan sobre tramos a oscuras, escasas actividades recreativas y una creciente sensación de inseguridad en los alrededores. Un equipo periodístico de este Diario recorrió el lugar y confirmó lo que los usuarios describen: “El parque está cada vez más apagado, literalmente”.

Las quejas se intensificaron en las últimas semanas, desde que empezó a cobrarse 50 centavos por el parqueo. Una tarifa que, según los visitantes, debería reflejarse en mejoras. “Ahora que cobran, el parque se ve más descuidado. Ese dinero debería usarse para mejorar, pero ocurre lo contrario”, reclamó Henry Sánchez, visitante frecuente.

Durante el recorrido se constató que gran parte del parque está apenas tenuemente iluminado. En algunos sectores la luz es casi inexistente, y en pocos se observa una iluminación adecuada. Varias camineras y rutas de ciclismo permanecen a oscuras, lo que provoca que muchos las eviten. Caminar por ahí se ha vuelto una decisión que se toma con precaución y miedo.

“Hago la ruta para ejercitarme, pero esta parte es peligrosa. Por la oscuridad podría caerme. Ya he visto a personas tropezar, y por eso casi nadie pasa por aquí”, comentó Rocío Altamirano, de 43 años. Su compañero de caminata, Dalmiro Montes, añadió: “Éramos nueve personas en el grupo. Ahora solo quedamos tres. La falta de iluminación nos ha ido alejando”. Él recalcó que aunque en algunas zonas sí hay luminarias, la falta de poda hace que la luz sea escasa.

El panorama se repite en las zonas deportivas, donde se observaron canchas funcionando con un solo reflector para dos o tres espacios, lo que genera mala visibilidad e incomodidad entre quienes practican deporte. “Esto lleva así meses. Ya hasta nos acostumbramos. Y eso es lo triste, que normalizamos lo malo”, señaló José Barre, de 22 años.

PARQUE SAMANES
Miedo. Las personas se ejercitan con la preocupación de que ingresen delincuentes.JOFFRE FLORES

Otros jóvenes prefieren ejercitarse en grupo por la misma sensación de inseguridad. Sin embargo, aun así toman precauciones por el temor de ser sorprendidos por delincuentes.

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A la falta de luz se suma el reclamo por la ausencia de actividades recreativas. Varios usuarios coinciden en que, para un parque de ese tamaño, se ofrecen muy pocas alternativas. “Bailoterapias, artes marciales, clases abiertas, zumba… eso llenaría el parque y motivaría a la gente. Pero hoy no hay casi nada”, dijo Cristopher Moreno, quien mencionó que solo hay alquiler de bicicletas.

La oscuridad en los exteriores del parque también despierta preocupación. “En la calle Teodoro Alvarado Oleas no hay buena iluminación, pasan muy pocos carros y se han reportado robos. Tampoco hay patrullaje”, dijo Luisa Salcedo, de 63 años, vecina del sector. “Vivo cerca, pero debo venir en carro sí o sí. Caminar es demasiado peligroso”, agregó.

¿El Municipio de Guayaquil se pronunció?

EXPRESO solicitó una entrevista con un representante del Municipio para conocer la planificación, los trabajos proyectados para este espacio y el manejo de los recursos generados por el cobro del parqueo, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

PARQUE SAMANES
Imagen. Incluso el rostro del parque se ve apenas iluminado.JOFFRE FLORES

Por su parte, la ciudadanía reprocha que solo los fines de semana se realicen actividades como ferias, jornadas proanimales o partidos de fútbol. “El parque tiene medianamente vida los fines de semana, pero de ahí pasa muy apagado. Debería haber más actividades para que el guayaquileño tenga un sitio seguro y bonito donde hacer deporte y pasar en familia”, sugirió Romina Asencio, una joven universitaria.

Las personas consultadas por EXPRESO coincidieron en el mismo reclamo: “El cobro del parqueo debe traducirse en mejoras visibles”. Los ciudadanos piden al Municipio más iluminación, seguridad y actividades que le devuelvan al parque Samanes la vida que alguna vez tuvo. Por ahora, lo que debería ser un punto de encuentro luce cada vez más vacío y oscuro.

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Deportes. Algunas canchas de fútbol lucen completamente apagadas. Algunas funcionan a media luz.JOFFRE FLORES

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