
La Fragua de Vulcano y su simbolismo en la Independencia de Guayaquil
Días antes del 9 de octubre de 1820, un grupo de patriotas se reunió para planificar y encaminar la gesta libertadora.
Guayaquil celebra este jueves 9 de octubre de 2025 sus 205 años de independencia de la corona española. Desde comienzos del mes, la ciudad ha vivido un ambiente festivo con una variada agenda de actos cívicos, culturales y artísticos organizados para conmemorar esta fecha.
Pero más allá de las celebraciones, la historia, la libertad y el desarrollo de Guayaquil a lo largo de las décadas han estado marcados por personajes y escenarios que definieron su destino. En lo referente a 1820, hubo un episodio clave que permitió planificar y encaminar la gesta libertadora.
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Meses antes de octubre del 1820, ya había cierta inconformidad entre los habitantes de Guayaquil por la forma en que las autoridades españolas dirigían el territorio. Y comenzaron a surgir ideas de independencia.
Con el paso de las semanas se organizaban pequeñas reuniones en casas -todas en forma cuidadosa para no levantar sospechas entre los españoles- con el objetivo de que los patriotas puedan definir una hoja de ruta en su cometido de obtener la libertad.
Reunión en casa de José de Villamil
Según reseñas del cronista Efrén Avilés Pino, la gran oportunidad para reunirse se dio el 1 de octubre de 1820. Ese día, en casa del general José de Villamil (hoy ubicada en avenida Malecón y Elizalde) se celebró una fiesta en honor a Isabelita Morlás, hija de Pedro Morlás, quien se desempeñaba como tesorero del Cabildo de Guayaquil.
A aquella reunión fueron invitadas personalidades de la ciudad, así como los militares venezolanos Miguel de Letamendi, Luis Urdaneta y León de Febres Cordero, pertenecientes al Batallón Numancia, quienes se encontraban en Guayaquil y también compartían las ideas de independencia.
Avilés explica, en su reseña, que en un momento determinado de la fiesta en que las parejas bailaban en el salón principal de la casa, José de Antepara comenzó a reunir en una habitación, en forma discreta, a los patriotas que ya pensaban en liberarse de la corona española.
De esa reunión participaron, además de Letamendi, Urdaneta y Febres Cordero, los patriotas Vicente Ramón Roca, Antonio y Francisco Elizalde, Francisco de P. Lavayen, Diego Noboa, Luis Fernando Vivero, José Correa, Manuel de J. Fajardo, Rafael María de la Cruz Jimena, Manuel Antonio de Luzarraga.
También fueron parte de la reunión Gregorio Escobedo, el cacique Hilario Álvarez y el sargento Vargas, quienes pertenecían al Batallón de Granaderos que se encontraban acantonados en Guayaquil.
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¿Por qué esa reunión es llamada la Fragua de Vulcano?
Fue Antepara quien denominó a esa reunión como la Fragua de Vulcano. Según la reseña de Avilés, basándose en un relato del historiador Melvin Hoyos, el patriota la definió así no por vinculaciones masónicas, "sino para relacionarlo simbólicamente con ese dios romano del fuego y del metal, hijo de Júpiter y de Juno: Vulcano, nombre que evoca a aquel que hacía cadenas, tanto como las rompía; que hacía yugos, tanto como los deshacía".
Finalmente, en la Fragua de Vulcano se definieron los planes como la toma de los cuarteles, la proclamación de la independencia y la formación de la Junta de Gobierno Provisional, que fue encargada a José Joaquín de Olmedo.
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