Parvularia
Vestida de muñeca, la parvularia Liliana Bohórquez baila frente la pantalla, mientras al otro lado sus alumnos aprenden con ella los colores y los números.Christian Vásconez / EXPRESO

Educación: El ingenio para mantener al niño frente al computador

Las parvularias se disfrazan, cantan, hacen mímicas y juegan durante las clases virtuales. Con varios recursos captan el interés de sus alumnos

Con su cara maquillada y una peluca de colores, Liliana Bohórquez Guaraca (38) saluda a sus ocho estudiantes de educación inicial 2, que la están esperando al otro lado de la pantalla del computador para iniciar las clases virtuales, una modalidad de estudios implementada desde marzo de 2020, con motivo de la pandemia por la COVID-19.

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Con un atuendo de payasito, que ese día quiso estrenar, y valiéndose de un títere al que simula darle voz, la maestra parvularia enfrenta su primera clase del día que dura 35 minutos, donde trata de captar el interés de sus estudiantes de cuatro años de edad, para mantenerlos activos durante ese tiempo.

Lo hace en la terraza de su casa que tuvo que transformar en una pequeña aula virtual, donde además de la laptop hay un parlante, juguetes, carteles, papelógrafos y otros elementos lúdicos y didácticos que utiliza para el proceso de enseñanza y aprendizaje.

“¡Buenooos díaaas niñooos!”, dice la parvularia con una inmensa sonrisa. El saludo es respondido con el mismo tono por los pequeños que, desde sus casas, están acompañados de sus padres o de alguna persona mayor que colabora con el proceso educativo no presencial.

La clase de Relación Lógica Matemáticas empieza con una melodía infantil que la maestra ha escogido para enseñarle a los niños: adelante, atrás, a un lado, al costado, al frente, arriba, abajo, así como los números del 1 al 10.

Parvularia
Con la ayuda de un títere, la docente de preescolar lee a sus estudiantes unos cuentos y luego hace preguntas para saber si han prestado atendido y entendido la clase.Christian Vásconez / EXPRESO

Al ritmo de la música la parvularia brinca, salta, camina de un lado hacia otro y hasta simula correr, sin despegar la mirada de la pantalla, con la finalidad de confirmar que los niños sigan los pasos.

Al igual que a los maestros, para los padres que tenemos hijos pequeños también es complicado lidiar con la virtualidad. Ayudamos para que los niños se eduquen.


Carolina Mendieta, madre de familia de un plantel fiscal

Los pequeños gritan emocionados viendo a su profesora, mientras que esta seca su sudor con una toalla de mano, sin dejar ni un momento de seguir con el mismo ritmo la clase.

Liliana usa cada día un nuevo disfraz. Un día es una muñeca, al día siguiente, una payasa y después, un personaje de cualquier cuento infantil.


Este año me tocó pedir a mi jefe que me deje entrar más tarde a mi trabajo, ya que debo estar en casa ayudando con las clases virtuales a mis hijos de cuatro años.


Enriqueta Martínez, madre de dos niños de cuatro años
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No solo lleva un disfraz, sino que canta, hace mímicas y juega. Con la combinación de esos recursos lúdicos, ella asegura que logra mantener la atención e interés de los niños que, por su edad, aún les cuesta quedarse quietos por mucho tiempo en un solo lugar.

Esta profesora de la Academia Naval Altamar ha encontrado en estas actividades una entretenida interacción virtual con sus pequeños alumnos, a los que no ve en persona desde el año pasado.

Es un trabajo muy importante que están realizando las parvularias junto a los padres, que han querido que sus hijos sigan educándose desde casa.


Martha Córdova, rectora de la Unidad Educativa Semillitas de Guayaquil

“No han sido un trabajo fácil las clases virtuales con los más pequeños, pero hay que tener creatividad para mantenerlos atentos”, dice casi sin aliento, luego de 35 minutos de estar conectada con los niños.

La ayuda de los padres de familia ha sido muy importante en este proceso, quienes se han convertido en nuestros ayudantes desde casa”, recalca la maestra con 10 años de experiencia y que desde hace dos años lectivos ha experimentado la enseñanza virtual.

EstadísticasUn total de 552.177 niños de 3 a 5 años se registraron en el sistema educativo 2020-2021. De ellos, 283.04 cursan el primero de básica.
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Otras parvularias como Sandra Cobos y Kristel Anchundia, ambas de un plantel particular de Guayaquil, emplean instrumentos musicales, títeres y utensilios de cocina para que sus clases sean entretenidas.

Sandra utiliza ollas y cucharones de la cocina de su casa para improvisar una batería. Ella invita a los niños a emularla con los implementos que tienen a su lado y que fueron pedidos desde el día anterior.

“Trabajamos con materiales sencillos que hay en casa. La idea es evitarles gastos a los padres y pérdida de tiempo en buscar algún implemento. Antes de las clases les pido lo que vamos a utilizar, así nadie se distrae y la enseñanza no se interrumpe”, menciona Sandra.

Parvularia disfrazada
Con atuendo colorido, la maestra llama la atención de los pequeños, quienes desde sus casas la imitan.Christian Vásconez / EXPRESO

En cambio, Kristel confecciona títeres para interactuar a través de ellos con sus alumnos. También elabora los disfraces que usa en cada clase.

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Bernarda Salvatierra, educadora de preescolar, utiliza cuentos infantiles para enseñar los números y colores y canta los nombres de los animales mientras muestra las figuras de estos. “El trabajo en casa es más agotador que en el aula de clases; por eso yo ya quiero regresar a la presencialidad”, dice.

La psicóloga educativa Carmen Palacio señala que es muy importante que los padres que tengan niños en nivel inicial sepan que, aunque no exista por el momento asistencia presencial para todos los niños, eso no significa que los procesos de aprendizajes y de evaluación no se darán. “Estos últimos son valiosas herramientas que nos permiten saber cuánto han avanzado en su desarrollo tanto intelectual, como social o psicológico”, puntualiza.