
Guayaquil implementa pruebas de fentanilo en personas en la calle
Guayaquil, según informó el Municipio, dará un paso en su estrategia de vigilancia de drogas sintéticas: en las próximas semanas, brigadas municipales aplicarán pruebas rápidas de detección de fentanilo a personas en situación de calle que presenten comportamientos asociados al consumo de sustancias de alto riesgo. La medida responde a un fenómeno que, aunque todavía incipiente, ya preocupa a las autoridades locales, como lo ha dejado ver el alcalde Aquiles Álvarez.
El director de Salud municipal, Juan Carlos González, confirmó que el Cabildo recibió cien test de alta sensibilidad para realizar un primer muestreo en puntos específicos de la ciudad. El objetivo, explica, no es criminalizar a nadie, sino tener evidencia científica que permita dimensionar si el fentanilo —un opioide 50 veces más potente que la heroína— ya circula entre las poblaciones más vulnerables.
“Necesitamos certezas, no conjeturas. Solo con pruebas podremos saber si estamos frente a un problema emergente o ante falsos positivos visuales”, señaló González, quien aclara que el consumo real de esta sustancia no puede diagnosticarse por simple observación de comportamientos alterados.
(Le puede interesar leer: El radar que Guayaquil merece: blindado, verificable y sin manos privadas)
Un operativo que requiere logística y persuasión
La campaña no será sencilla. Para obtener los resultados, las brigadas deberán convencer a las personas intervenidas a que colaboren y acepten realizarse la prueba, que se hace mediante muestra de orina. El equipo operará desde un vehículo municipal adaptado y se apoyará en profesionales de salud mental y gestores comunitarios.
“Es un proceso que requiere cuidado, respeto y acompañamiento. No basta con llegar, tomar la muestra y retirarse. Hay que garantizar contención y derivaciones”, explica el funcionario.
La iniciativa forma parte de una estrategia integral que el Municipio ha activado ante señales tempranas de alerta, especialmente tras el aumento de jóvenes que llegan a los servicios municipales de tratamiento con consumo problemático de heroína (“H”) y otras sustancias adulteradas.
Siete casos sospechosos encendieron la alarma
Como ha venido publicando EXPRESO, Guayaquil ya enfrenta señales tempranas del riesgo que representa el fentanilo. El alcalde Aquiles Álvarez confirmó meses atrás que se investigan siete casos sospechosos de consumo en jóvenes de entre 17 y 19 años, todos con antecedentes de uso de heroína tipo “H”.
“Si no actuamos, terminaremos como EE.UU.”
La advertencia la hizo durante su enlace del miércoles 30 de julio, donde lanzó una alerta directa: “Si no actuamos, terminaremos como Estados Unidos”, dijo, en referencia a las crisis visibles en ciudades como Filadelfia o Los Ángeles.
Según Álvarez, la Dirección Nacional de Investigación de Antidrogas ha reportado que el fentanilo circula en Ecuador desde 2019. Ante esto, el Municipio asegura que ya está respondiendo con acciones concretas.
Una de las principales estrategias es el fortalecimiento de la red de atención a personas con consumo problemático. El CETAD de Bastión Popular, dirigido a mujeres, ha brindado más de 8.000 atenciones terapéuticas entre enero y mayo de este año. Además, se promueven procesos de reinserción laboral para apoyar la recuperación, dijo entonces.
¿Qué busca Guayaquil con estas pruebas?
Más allá del dato epidemiológico, la administración municipal intenta adelantarse a un escenario que ya se ha visto en otros países: el rápido reemplazo de drogas tradicionales por opioides sintéticos más baratos y más peligrosos.
Con las pruebas, el Cabildo espera:
- Determinar si el fentanilo ya está presente en el consumo callejero.
- Entender cómo podría mezclarse con sustancias como “H” o cocaína.
- Actualizar protocolos de atención y prevención.
- Evitar que el problema escale sin haber sido detectado a tiempo.
González insiste en que esta primera etapa es exploratoria. Pero, de confirmarse casos positivos, el Municipio tendría insumos para ampliar los operativos, reforzar servicios de tratamiento y coordinar acciones con entidades nacionales.
(Le puede interesar leer: Álvarez se anticipa a inundaciones y presenta plan para prevenir emergencias)
“Lo peor que podríamos hacer es esperar a que la crisis estalle”, dice un funcionario del área de salud pública involucrado en la planificación.
Para leer más información de este tipo, ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!