
Fieles llenan la Catedral de Guayaquil para honrar a Larrea Holguín y su devoción
La Iglesia avanza en la causa de beatificación, recopilando testimonios para que Larrea Holguín inspire a nuevas generaciones
La tarde de este 13 de agosto, la Catedral de Guayaquil se llenó de fieles para recordar y honrar la vida del monseñor Juan Ignacio Larrea Holguín, figura clave de la Iglesia católica ecuatoriana y primer miembro ecuatoriano del Opus Dei.
La ceremonia se realizó con motivo del aniversario de su fallecimiento y fue presidida por el arzobispo y cardenal Luis Gerardo Cabrera, quien destacó la importancia de mantener vivo su legado espiritual y recordó que la Arquidiócesis de Guayaquil abrió oficialmente la causa de beatificación y canonización de Larrea Holguín, un proceso que busca reconocer su vida, virtudes y devoción entre los fieles.
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“Encarnaba el ministerio de las Sagradas Escrituras” – La pasión de Larrea Holguín por la palabra de Dios
“Al igual que Jesús, él dedicó su vida a caminar con el pueblo, a explicarnos con claridad la palabra de Dios y a partir el pan de la Eucaristía con todos, evocando así esa experiencia. Nuestro hermano, el padre Juan Ignacio, encarnaba el ministerio de las Sagradas Escrituras; las leía con pasión para ayudar a la comunidad, para que viviera un encuentro vivo con Cristo. Él quería que todos experimentáramos el fuego de la palabra”, expresó el cardenal Cabrera durante la homilía.
El arzobispo recordó que la Eucaristía es el espacio donde Dios se manifiesta y donde los fieles reconocen la palabra viva del Señor.
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“Esta celebración nos ayuda a tomar el camino para encontrar la fuerza de la palabra de Dios. Hoy hacemos memoria de nuestro hermano Juan Ignacio para que nos siga inspirando, no solo en la fe, sino en la vida cotidiana: en el trabajo, en el hogar, en todo lugar. Y que llevemos el fuego de la palabra y el alimento del pan, y digamos, como los discípulos casi extasiados, que el Señor ha resucitado”, añadió.

Durante la ceremonia, el rector de la Catedral, padre Francisco Sojos, destacó que desde su llegada hace tres años ha buscado fortalecer la presencia de los fieles en estas celebraciones. “Cuando llegué, la primera misa de aniversario era muy pequeña. Este año, nos reunimos entre los sacerdotes para mover más la participación y lograr la presencia de la comunidad”, comentó.
Camino hacia los altares – La causa de beatificación y canonización que busca reconocer su vida y virtudes.
Sojos también explicó la relevancia del proceso de canonización. “No es para dar honra al santo, porque monseñor ya tiene toda la honra que merece de parte de Dios. Este proceso es para el bien de la Iglesia y de las almas. El pueblo cristiano debe demostrar devoción y rezar; eso está en nuestras manos. Por eso haremos una ofrenda simbólica para apoyar el proceso, y sabemos que muchas acciones ya se han hecho y se seguirán haciendo”.

Monseñor Larrea Holguín: vida, legado y camino hacia los altares
Nacido en Buenos Aires el 9 de agosto de 1927, Juan Ignacio Larrea Holguín se doctoró en Derecho en las universidades de Roma y Quito, y en Derecho Canónico en la Universidad de Santo Tomás. Ordenado sacerdote en 1962, su ministerio incluyó cargos como obispo auxiliar de Quito, obispo de Ibarra, primer obispo castrense del país y, desde 1989 hasta 2003, arzobispo de Guayaquil.
Reconocido por su labor pastoral y académica —autor de más de cien publicaciones—, enfrentó con fortaleza un cáncer desde 1996 hasta su fallecimiento el 27 de agosto de 2006. La Arquidiócesis de Guayaquil abrió oficialmente la causa de beatificación y canonización de Larrea Holguín en junio de 2017, declarándolo “Siervo de Dios”.
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El padre Omar Mateo, delegado episcopal para la causa, explicó que se investiga su vida, virtudes, obra pastoral y académica, incluyendo manuales de derecho civil aún vigentes en universidades del país. “También se recogen testimonios y favores atribuidos a su intercesión. Esta fase culminará con el envío de la documentación al Vaticano, donde se evaluará si vivió con virtudes heroicas”, señaló.

Actualmente, para que Larrea Holguín sea beatificado se requiere la confirmación de un milagro atribuido a su intercesión, que deberá superar exámenes médicos y teológicos. Mientras tanto, su memoria sigue viva entre los fieles, quienes encuentran en su ejemplo inspiración para llevar la palabra de Dios a la vida diaria.
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