
Fiestas de Guayaquil dejan basura, desorden y quejas en el centro de la ciudad
Vecinos del centro de Guayaquil denunciaron suciedad, descontrol vehicular y robos tras la fiesta del 25 de julio
Guayaquil celebró con música, desfiles y fuegos artificiales sus 490 años de fundación la noche del 25 de julio, pero lo que debía ser una fiesta cívica y cultural terminó en desvelo, quejas y desorden para los vecinos del bulevar 9 de Octubre. Desde las primeras horas de la tarde, la avenida fue escenario de un desfile con carros alegóricos, seguido por una sesión solemne con autoridades locales y un concierto gratuito junto al Malecón.
Sin embargo, tras la euforia y la multitud, lo que quedó fue suciedad, ruido y un ambiente incontrolable que se extendió hasta la madrugada.
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Habitantes del sector denuncian que no pudieron dormir por el paso de motos, música a alto volumen, basura en las veredas y hasta reportes de robos, en una de las zonas más emblemáticas del turismo urbano guayaquileño.
“Eran las once de la noche y no podíamos ni asomarnos. Motos, carros con música a todo volumen y gente tomando en las veredas. El centro se volvió tierra de nadie”, denunció Enrique Espinoza, residente del sector. Para él, esta situación no es aislada, sino una constante en cada celebración masiva: “La policía y los metropolitanos apartan a la gente y llegan tarde”, se queja.
Basura, botellas y temor en el centro de Guayaquil
Las consecuencias del desorden se evidenciaban a la media noche: botellas rotas, fundas de basura reventadas, restos de comida, y hasta prendas de ropa tiradas en las aceras. “Esto no es una fiesta, es un descuido total”, expresó Judith Lozada, habitante del sector. “Al personal de nuestro edificio le toca limpiar frente a nuestra entrada. Pero lo más grave es que escuchamos que hasta hubo robos entre la multitud”.
Según los vecinos, los vendedores ambulantes también fueron dispersados por la policía. Algunos lograron mantenerse en esquinas menos visibles, pero no hubo confrontaciones mayores. “Ni siquiera hay un orden para ellos. Todos quieren ganarse la vida, pero sin reglas ni control, esto se vuelve un caos”, agrega Lozada.

“Esto no es turismo, es abandono”
El bulevar 9 de Octubre es, en teoría, uno de los espacios más representativos del turismo urbano de Guayaquil. Sin embargo, Milton Jácome, otro habitante del sector, sostiene que la ciudad “le da la espalda” a este ícono. “¿Cómo se puede hablar de reactivación turística si la principal avenida termina siendo un basurero en cada evento?”, cuestiona.
“Es una pena que esta fiesta haya quedado manchada por el desorden. Vivimos en una zona turística que es descuidada por sus autoridades, pero también por los mismos ciudadanos que no cuidamos nuestra casa”.
Para los residentes, el problema no solo radica en lo que ocurre durante la celebración, sino en la falta de planificación y cultura ciudadana. Reclaman una mayor presencia policial, más control de tránsito, puntos de recolección de basura, y campañas de concientización que promuevan una convivencia respetuosa.