Las dudas que rodean la muerte de empresario a manos de policías en Guayaquil
La versión oficial habla de una amenaza inminente, pero la familia habla que era un hombre trabajador
La muerte de un empresario durante una persecución policial en el Guasmo Sur, la noche del domingo 20 de julio de 2025, ha generado una serie de interrogantes que contraponen la versión de la fuerza pública con el relato de los familiares de la víctima.
¿Quién era el fallecido?
El fallecido fue identificado como Édison Antonio Díaz Rodríguez, de 44 años, quien conducía un vehículo Jetour X70 Plus que, según Criminalística, recibió al menos 80 impactos de bala.
El hecho se desencadenó luego de que agentes del distrito Sur fueran alertados sobre un vehículo que había provocado varios accidentes de tránsito, dejando a tres personas heridas. La persecución culminó con los disparos de los uniformados contra el automotor de Díaz Rodríguez.
La versión de la Policía
El teniente coronel Jimmy Mena, subjefe del distrito Sur, explicó que la intervención buscaba neutralizar una amenaza para la seguridad ciudadana. “El conductor causó una serie de incidentes de tránsito, incluyendo el atropello de al menos cuatro personas, lo que representó una amenaza letal e inminente para la integridad de los transeúntes", detalló el oficial en una rueda de prensa.
Según Mena, los agentes intentaron detener la marcha del vehículo con advertencias verbales durante varios minutos, pero el conductor aceleró, ignorando las indicaciones y las señales de tránsito.
"Ante la amenaza letal inminente que representaba el vehículo, y ante la negativa del conductor de detenerse, las unidades policiales se vieron en la obligación de hacer uso legítimo de la fuerza", precisó.
Lo que dicen sus familiares
La familia de Édison Díaz contradice la idea de que representara un peligro. "Él no era ningún delincuente. Venía de regreso a su casa. Tenía un negocio propio de alquiler de equipos, pancartas y todo lo relacionado con eventos. Era un empresario trabajador", expresó su hermano, quien asegura que no se detuvo por temor a los uniformados.
Esta versión cobra fuerza al analizar los indicios balísticos. En el lugar del suceso, personal de Criminalística recogió nueve vainas percutidas de calibre 9 milímetros. Sin embargo, lo que más llama la atención es que el vehículo presentaba al menos 80 orificios compatibles con el paso de proyectiles de arma de fuego, además de varios impactos en los aros de las llantas. La víctima, según confirmó el jefe policial, no registraba antecedentes penales.
Las tres personas que resultaron heridas en los incidentes de tránsito previos fueron trasladadas a distintas casas de salud, mientras que el vehículo fue retenido para las investigaciones correspondientes que buscan esclarecer si el procedimiento se ajustó a un uso progresivo de la fuerza o si existió un abuso policial.
