
Decomisan 113 kilos de musgo en Guayaquil durante operativos navideños
La UPMA y el Ministerio del Ambiente intervinieron mercados de la Zona 8. El material vegetal quedó retenido
En medio de la temporada festiva, las autoridades intensificaron los controles ambientales en Guayaquil. Este miércoles 10 de diciembre, la Unidad de Protección del Medio Ambiente (UPMA) confirmó la incautación de 113,17 kilogramos de musgo silvestre en la Zona 8, como parte de los esfuerzos para frenar la comercialización ilegal de especies protegidas que son extraídas para decorar pesebres.
¿Qué resultados dejaron los controles en los mercados?
Los operativos se concentraron en corredores comerciales y mercados populares de la ciudad, puntos críticos donde suele aumentar la oferta de este recurso en diciembre. La intervención forma parte de la campaña nacional ‘No arranques la piel de los bosques – Musgo 2025’, ejecutada en coordinación con el Ministerio del Ambiente (MAE).
El sargento Fran Huilca, de la Coordinación Operacional de la UPMA, detalló el saldo de la jornada: “Gracias a este trabajo articulado, logramos el decomiso de 113,17 kilogramos de musgo, material que estaba siendo recolectado, transportado y comercializado de manera ilegal”. Todo el material retenido fue entregado a funcionarios del MAE para los trámites legales pertinentes.

¿Por qué está prohibida la venta de musgo?
Más allá de la tradición, la extracción de musgo, bromelias y líquenes representa un golpe directo a los ecosistemas locales, especialmente a los páramos y bosques nublados.
Según explicó el sargento Huilca, esta especie cumple un rol insustituible: “Funciona como una esponja natural que retiene humedad y ayuda a prevenir la erosión de los suelos. Protegerlo significa cuidar nuestras fuentes hídricas”.
Su remoción indiscriminada provoca: Pérdida de humedad en los bosques, erosión y degradación del suelo y reducción del abastecimiento de agua para comunidades aledañas.
La normativa ecuatoriana es severa respecto a los delitos contra la flora y fauna silvestre. Las autoridades recordaron que estas prácticas conllevan consecuencias legales tanto administrativas como penales.
- Prisión: El Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece penas privativas de libertad de 1 a 3 años para quienes extraigan o comercialicen especies protegidas.
- Multas económicas: Según el Código Orgánico del Ambiente, las sanciones pecuniarias pueden oscilar entre $ 2.300 y $ 92.000, dependiendo de la gravedad de la infracción.
Entre 2021 y 2024, se han retenido más de una tonelada de flora silvestre (1.055 kg) destinada al comercio ilegal, incluyendo bromelias y musgos nativos.
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