
Así fue el simulacro de rescate en la Aerovía: 36 minutos de tensión bajo el sol
Bomberos defendió los tiempos de respuesta pese a la demora inicial en la alerta del ECU911
¿Se imagina que un terremoto lo tome desprevenido, suspendido en una cabina de la Aerovía sobre el tráfico de Guayaquil? Ese fue el escenario que se vivió la mañana de este viernes 28 de noviembre en la calle Julián Coronel, durante el XV Simulacro Cantonal de Terremoto.
La cronología de la espera
Aunque el ejercicio buscaba medir la capacidad de respuesta de la ciudad, la jornada estuvo marcada por el inclemente sol, una espera tensa y el contraste entre los tiempos de coordinación y la ejecución operativa.

En los exteriores del Hospital Luis Vernaza, la ciudadanía observaba extrañada los cierres viales. El ejercicio estaba pactado para las 10:30, pero el reloj corría y la alarma de evacuación en la estación Julián Coronel recién sonó a las 10:34.
Arriba, en la cabina detenida, dos ocupantes esperaban. A través de la radio, un operador reportaba lo que muchos sentían abajo, pero probablemente ellos más: "La temperatura está insoportable". El sol de la mañana no facilitó la tarea ni para las víctimas simuladas ni para los rescatistas.

El flujo de la información reveló baches en la coordinación inicial:
- 10:30: Hora de inicio teórica.
- 10:40: El ECU911 ordena finalmente el despliegue de unidades. Hubo una ventana de 10 minutos de "silencio" operativo desde la llamada de reporte.
- 10:43: Arribo de las unidades del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil a la explanada.

"Priorizamos la seguridad, no solo la velocidad"
Desde la llegada de los camiones a las 10:43 hasta que los ocupantes tocaron suelo firme a las 11:06, transcurrieron 23 minutos de maniobras técnicas. El vehículo especializado elevó la escalera, aseguró la cabina, ancló a los pasajeros y los descendió. Para el espectador, fue un proceso lento; para los expertos, fue un procedimiento estándar.
El Mayor Jorge Montanero, jefe de la División Especializada de Rescate de Bomberos Guayaquil, defendió el accionar de su equipo frente a la percepción del tiempo.
"Nuestro tiempo de respuesta fue apenas de cuatro minutos en la llegada y el despliegue de la unidad", aseguró Montanero. Sobre la demora en bajar a las personas, el oficial fue enfático: "Tenemos que manejar ciertos parámetros de seguridad para poder llegar a la víctima. Se puede apreciar tal vez que puede ser un poco más de tiempo, pero lo que trabajamos es de manera segura para que no sufran ningún tipo de lesiones".


¿Qué pasa si la cabina se detiene sobre el río Guayas?
Esta fue una de las grandes interrogantes de la jornada. Si el sismo atrapa a los usuarios en el tramo sobre el río, donde no entran camiones escalera, el protocolo cambia drásticamente.
Montanero explicó que el rescate sería fluvial y vertical. "Nuestro equipo fluvial nos traslada directamente hacia una de sus torres. Nuestro personal de rescate subiría por la torre y se deslizaría por medio de un vehículo sobre la cuerda metálica".
De esta forma, llegarían a la cabina para realizar la extracción manualmente hacia las lanchas o torres, sin el uso de brazos hidráulicos.
El oficial cerró la jornada con un mensaje a la ciudadanía: ante estos casos, lo vital es "mantener la calma", asegurando que los simulacros existen precisamente para afinar esa "cultura de seguridad".
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