
Aguiñaga y Tibán en el río Guayas: "El agua no tiene bandera política"
Las prefectas de Guayas y Cotopaxi consolidan la Mancomunidad. EXPRESO dialogó con ellas sobre la gestión ambiental.
A la embarcación citada para un recorrido junto a los medios de comunicación llegaron Marcela Aguiñaga y Lourdes Tibán, prefectas del Guayas y Cotopaxi respectivamente, conversando con una naturalidad, como si sus tiendas políticas —la Revolución Ciudadana y Pachakutik— no se hubiesen desgranado históricamente en conflictos nacionales; llegaron entre risas, compartiendo pantalla para sus redes sociales y con una clara agenda de creación de contenido, conscientes de que hoy la política también se legisla desde un TikTok.
Este jueves 20 de noviembre, EXPRESO las acompañó en un recorrido fluvial. El motivo: consolidar la Mancomunidad para la Cuenca del Río Guayas, un acuerdo histórico firmado el pasado 7 de noviembre que busca salvar la arteria hídrica más importante de la costa pacífica.
Entrevista de Aguiñaga y Tibán con EXPRESO
Ya en el recorrido la conversación fluyó: ¿Cómo dos polos opuestos terminan navegando en la misma dirección política para un convenio?
Para Lourdes Tibán, la respuesta radica en el sentido común. La líder indígena fue enfática al señalar que, una vez en el cargo, la militancia debe pasar a segundo plano. "Tratamos de dar un ejemplo... una vez que llegamos, tenemos que despojarnos de los partidos políticos para pensar en unidad".
Tibán reflexionó sobre la temporalidad del poder. "Hoy somos prefectas nosotras, pero pasado este periodo puede ser que ya no sea ni Tibán ni Aguiñaga... Lo que tiene que tener claro es el horizonte". Para la prefecta de Cotopaxi, el agua que baja desde sus páramos hasta desembocar en el Guayas es el hilo conductor que obliga a esta alianza.
Por su parte, Marcela Aguiñaga reconoció que unir a siete prefecturas (Bolívar, Cañar, Chimborazo, Cotopaxi, Los Ríos, Manabí y Guayas) implica riesgos, pero es la única vía. "Hay una responsabilidad mancomunada de siete prefectos que se han despojado de los egos... para pensar una causa común".

La política del agua y la relación con el Correísmo
La química entre ambas autoridades llamó la atención. Al ser consultada sobre trabajar con una figura fuerte del correísmo, Tibán rompió el protocolo con una anécdota sobre la lealtad. "Yo desde la llegada dije: ¿Estás desafiliada de Alianza País? Me dijo: 'No me he desafiliado, ni pienso desafiliarme'".
Tibán respeta esa postura, asegurando que ella sigue siendo Pachakutik "hasta la muerte", pero que el agua está por encima de las ideologías. "Si alguien quiere hablar de la política del agua, creo que políticamente es correcto hablar del agua... hay que ponernos las camisetas a un lado".
Ante la pregunta de si el agua es política, Aguiñaga fue tajante: "El agua no es política. El agua representa vida y sostenibilidad de la especie humana".
Contaminación y tensiones locales
El recorrido también sirvió para abordar temas espinosos como la calidad del agua en la cuenca alta del río Daule (el Gobierno dijo que “tenía caca”, días atrás) y las competencias de control. Aguiñaga aclaró que no se trata de buscar culpables, sino soluciones técnicas. "Las fuentes de contaminación son de diversa índole... Aquí no pretendemos acusar a nadie. Aquí lo que buscamos es que los ciudadanos beban un agua segura".
Sobre la navegabilidad del río Guayas, un viejo anhelo de la provincia, la prefecta del Guayas confirmó que se están realizando estudios de prefactibilidad, aunque reconoció que la coordinación con el Municipio de Guayaquil es indispensable. Al referirse a su relación con el Cabildo porteño, liderado por Aquiles Álvarez, admitió roces: "Hemos tenido momentos de dificultad, pero a veces también de incomprensión... Yo soy guayaquileña, siempre defenderé a mi ciudad".

La hoja de ruta: Reforestación y financiamiento
Más allá del simbolismo político del viaje, la Mancomunidad tiene metas técnicas agresivas para rescatar un territorio de 34.500 km². Según los documentos técnicos a los que EXPRESO tuvo acceso, el plan busca enfrentar amenazas críticas como la sedimentación, la erosión y la pérdida de cobertura vegetal.
Entre los objetivos específicos destacan:
- Reforestación masiva: Se planea intervenir cerca de 15.000 hectáreas con especies nativas.
- Recuperación de suelos: La meta es recuperar al menos el 25% de las áreas deforestadas en las provincias participantes.
- Eficiencia hídrica: Implementar tecnologías de riego eficiente en el 40% de las áreas agrícolas.
Para financiar esta estructura, que contará con una presidencia rotativa iniciando por Guayas, cada gobierno provincial aportará 10.000 dólares anuales. Sin embargo, el músculo financiero vendrá de organismos multilaterales. La CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) ya ha confirmado su interés y podría financiar un estudio técnico especializado con un aporte no reembolsable de $450.000, sumado a una contraparte de $100.000 de la Prefectura del Guayas, quien asegura ser el único Gobierno Autónomo que está invirtiendo dinero, en primera instancia, en esta mancomunidad. Cabe destacar que Santo Domingo se retiró del convenio a último momento, en lo que Aguiñaga interpretó como “falta de comprensión”.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!