
Giovanny Nazareno: La verdad detrás del ataque en Manta contra jugadores de Exapromo
Giovanny Nazareno fue tendencia tras ataque a Exapromo, pero no estuvo presente
Hay jugadores que no necesitan presentación. Giovanny Nazareno es de esos nombres que se ganaron la camiseta a punta de títulos: campeón con Deportivo Quito en 2008, parte del Barcelona del 2012 y del Delfín histórico del 2019. Un lateral que siempre respondió, que nunca le sacó el cuerpo a la jugada difícil. Pero esta vez, su apellido se hizo tendencia por una historia que él no escribió.
El miércoles 10 de septiembre del 2025 por la noche, desde Manta se corrió la voz: que Nazareno estaba en el lugar donde un grupo de sicarios atacó a jugadores de Exapromo Costa, equipo de Segunda Categoría que iba a enfrentar al Quito en el ascenso.

Nazareno llegó hasta el lugar donde fue el problema
Bastó un mensaje mal contado para que las redes sociales lo pusieran en la escena. Y como suele pasar, nadie comprobó nada: la bola de nieve creció, y el “Gio” pasó de ser exfutbolista respetado a protagonista de un rumor mundial.
Mientras tanto, su familia vivía la peor angustia. Su teléfono explotaba de llamadas, preguntas y lágrimas. Querían saber si estaba bien, si era cierto lo que decían. Nazareno, lejos de esconderse, fue al hostal en la ciudadela Costa Azul, donde ocurrió el hecho. Ahí mismo dejó claro que estaba vivo, que todo había sido una confusión.
Un jugador fallecido en el ataque
La tragedia, sin embargo, fue cierta para otros. En el ataque perdió la vida Maicol Valencia, jugador de Exapromo, noticia confirmada con dolor por su propio club en un comunicado. Medicina Legal levantó el cuerpo, mientras en otra calle cercana aparecía un carro incinerado, usado —según las primeras indagaciones— por los sicarios.
Nazareno, sin haber estado en el hecho, terminó como símbolo del otro lado de la historia: el del jugador que se salvó del rumor, pero que no pudo evitar sentir el peso de la violencia. Porque si algo enseñó este episodio, es que la vida real es mucho más dura que la ficción de las redes sociales.
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