
¿Por qué las llantas de emergencia son más pequeñas y duran menos?
La universalidad las crea más livianas por diseño, pero su uso debe limitarse a 80 km y 90 km/h, según expertos en mecánica.
Existen críticas de quienes adquieren un vehículo por el tamaño con el que llegan las llantas de emergencia. Incluso preocupa su aparente poca resistencia; no obstante, técnicamente la razón para que así sea tiene dos objetivos: ahorrar espacio en el maletero y reducir peso al vehículo. Eso sin contar que la recomendación es que sea usada máximo durante 80 km de recorrido y solo a 90 kilómetros por hora.
A menor peso, más ahorro de combustible, aducen los expertos en mecánica; sin embargo la opción de apostar por un neumático más pequeño también favorece a los fabricantes, que invierten menos en producción al entregar una llanta emergencia más liviana, ligera y maniobrable.
Renato Fierro, director de la carrera de Mecánica Automotriz de la Universidad Politécnica Salesiana, en Guayaquil, refiere que una de las principales razones es que la llanta de emergencia tenga un tamaño y diseño universal, al menos para automotores livianos, es decir, que pueda ser utilizada, e incluso compartida, entre varios modelos de carros.
Revisión y mantenimiento

El poco o nulo uso también podría malograr la llanta de emergencia de los autos, es por eso que se recomienda revisarla cada 3 o 4 meses, para tener la certeza de que servirá ante una eventualidad.
“Es fundamental chequearla para medir la presión, según la recomendación del fabricante, que se encuentra en el mismo labrado de la llanta; verificar que no esté agrietada porque el caucho también tiene fecha de caducidad. Una llanta no debe de usarse más allá de diez años de fabricación; además, certificar que la huella de rodadura esté en la altura óptima, que no debe ser inferior a 8 milímetros”, dice el profesional.
Resalta, además, la importancia de considerar la velocidad en la conducción y el recorrido de uso que necesariamente debe tener una llanta de emergencia, pues no se deben recorrer más de 80 km; y tampoco exceder los 90 km/h en la aceleración.
Riesgos del uso prolongado
Para Fierro, todas las exigencias antes mencionadas obligan al conductor a reparar pronto o reemplazar, de ser el caso, el neumático de uso diario. Como su nombre indica es una llanta solo para emergencias o una situación eventual.
“El uso prolongado de ese tipo de neumáticos podría generar un desgaste en el diferencial (engranaje que permite girar a las ruedas a velocidades diferentes, sobre todo en curva) por la incorrecta distribución de peso. También hay riesgo por la adherencia al terreno por ser mas angosta y desgaste irregular de los otros neumáticos”, explica.
Siga leyendo: (Blindaje de vehículos en Ecuador: 6 de cada 10 talleres operan sin control)
Finalmente aclara que la universalidad de las llantas de emergencias se da solo en el caso de vehículos livianos, no así en carros pesados o de actividades comerciales y transporte de personas, puesto que hay riesgo por la cantidad de peso que resisten. “Por cuestiones de seguridad en la dinámica del vehículo no es posible usar llantas livianas”.
Para seguir leyendo contenido de calidad, ¡SUSCRÍBETE A EXPRESO!