
Blindaje de vehículos en Ecuador: 6 de cada 10 talleres operan sin control
En Guayas, solo 42% de los talleres de este tipo son legales; el resto opera de forma informal, sin garantías de seguridad.
Ecuador ha visto crecer el servicio de blindaje de vehículos en la última década, tras el aumento de la inseguridad. Pero sabía usted que, de al menos 60 sitios que dan el servicio en Guayas, apenas un 42% funcionan de manera legal; los otros son “negociantes” que dan un servicio “informal”, “de garaje”, por tanto no hay garantía de que protejan bien a los usuarios.
Una de las principales falencias está en el material que usan para blindar automotores. Mientras empresas garantizadas usan materiales importados de Europa y varios países de América, hay otros que ingresan productos de contrabando, no certificados, lo que ocasiona pérdidas al país y pone en riesgo al cliente.
“Se ha degenerado el servicio de blindaje, priman los negociantes, que se están aprovechando de la inseguridad generada por el narcotráfico que azota al Ecuador de una manera infame”, refiere una empresaria con casi tres décadas en el mercado y que, por seguridad, prefiere proteger su identidad.
La informalidad, un problema en Ecuador

Según refiere la fuente, la informalidad dañó la actividad del blindaje en detrimento de la seguridad del usuario. En Guayas, por ejemplo, hay al menos 60 sitios que dan el servicio. De esa cifra apenas el 42% cumplen con la exigencias de ley, pagan tributos y reportan sus facturas. Citan como ejemplo, que hay quienes le prometen colocar acero balístico, pero es cualquier tipo de metal.
Pero ¿quién controla a los negocios que dan el servicio de blindaje de carros en Ecuador?, la empresaria comenta que la única entidad que al momento les exige reportar sus movimiento es la UAFE (Unidad de Análisis Financiero y Económico). “Ese control apunta hacia el lavado de activos”.
Extraoficialmente se conoció que, para mantener un orden y encaminarse a la organización, al momento al menos 25 empresarios que se dedican al blindaje en el Ecuador buscan asociarse. Es más, el trámite legal ya se ha iniciado a nivel del Ministerio de la Producción, Comercio Exterior e Inversiones.
A diferencia de otras épocas, cuando la ciudadanía contrataban el servicio de blindaje básico para protegerse de la delincuencia común como asaltos en la calle de la ciudad, hoy la mayoría requiere el blindaje Nivel III, que incluso protege contra proyectiles de armas largas.
“Antes blindar un carro era una especie de lujo o status social en Ecuador; hoy es una necesidad, casi que obligatoria, para evitar el mal rato de un asalto o secuestro, pues predomina un elevado nivel de agresividad”, refiere la empresaria.
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