Ecuador

Monigotes de fin de año
Los monigotes tradicionales rellenos de aserrín y papel aún se venden en las calles.FRANCISCO FLORES / EXPRESO

Fin de Año: El testamento 2025 y la herencia para la política ecuatoriana

Termina el año y EXPRESO publica el testamento del viejo que se apaga. Y deja su herencia. ¿A quiénes y qué le heredó?

Se va el 2025 y el Año Viejo, como es su costrumbre, le dejó a EXPRESO su testamento de este año. Entre sus herederos está el presidente Daniel Noboa, los alcaldes Aquiles Álvarez y Pabel Muñoz, la prefecta Marcela Aguiñaga y los infaltables casos polémicos de Progen y HealthBird. Es una proclama llena de sarcasmo con una buena dosis de realidad. Aquí su herencia. 

El testamento del 2025 

Yo, el Año Viejo, confieso

antes de volverme ceniza,

que dejo herencias valiosas

envueltas en risa que atizan.

Viví en un Ecuador de caos y promesas,

entre discursos de ficción,

me voy cargado de excusas

y facturas sin explicación.

Declaro, entonces, mi herencia

antes de que el fuego avance,

que nadie diga mañana

que no sabía de este trance.

Lo de todos los años...

A la deplorable salud en el Ecuador,

la de los médicos sin insumos,

hospitales sin medicinas

y pacientes con consumos.

Le heredo citas perdidas,

sueros, camas y paciencia,

diagnósticos por milagro

y promesas sin urgencia.

A la inseguridad del país,

uno de los peores males,

que tantas vidas se ha llevado,

con mucha sangre en las calles.

Le heredo esperanza,

pero para los ciudadanos,

que tengan mucha templanza

que vendrán los días deseados.

A Danielito, a ver si aprende... 

A Daniel Noboa, presidente joven,

el de las poses y ofertas,

de las frases cortas para redes

y silencios de sorpresa.

Le heredo un país impaciente,

por más soluciones y menos propaganda,

también menos selfies y más respuestas,

sin excusa y más democracia.

¡Dios mio llévate a Progen y HealthBird!

Al caso Progen, oscuro y denso,

un contrato millonario de energía,

que ya se puso tenso,

porque nadie escuchó lo que se venía.

Le heredo claridad,

como la luz que nunca trajo,

para que no haya impunidad

ni olvido para Luque, Wong y Manzano.

Al caso HealthBird, ave cansada,

la empresa novata que voló,

sin dar ninguna explicación

de su verdadera fachada.

Le heredo honestidad,

para que regrese y dé la cara,

con la mayor celeridad,

y con una respuesta clara.

A Aquilito, Pabelcito y Marcelita... 

A Aquiles Álvarez, alcalde porteño,

el de la polémica casi diaria,

y bronca con el Gobierno a jornada.

Le heredo paciencia,

más gestión y menos confrontación,

menos pulso y más solución.

A Pabel Muñoz, alcalde quiteño,

de verbo abundante

y gestión de paso lento

con discurso elegante.

Le heredo más diligencia,

para en lo que resta de su gestión,

pueda responder a las exigencias

de los quiteños sin dilación.

A Marcela Aguiñaga, la prefecta sin partido, la que desafió al prófugo de Bélgica,

ahora busca quién la acoja

y le dé algo de cobijo.

Le heredo fortaleza,

aunque seguro la tiene de sobra,

para que enfrente con entereza

el desafío sin nadie que le haga sombra.

Ay Rafael... 

A Rafael Correa, el expresidente prófugo,

el de la tinta saltarina,

que cada día se queda más solo

con esas tesis que alucina.

Le heredo mesura,

que enrolle su lengua,

piense más antes de tuitear

si quiere ir por una mejor senda.

Para los mal portados... 

A Michele Sensi-Contugi, director del CIES, el de los gastos reservados,

que nadie explica por qué y para qué se duplicaron.

Le dejo sus propios trolls,

ejércitos de indignación,

expertos en crear bulos

y barro en nombre de la razón.

A José Julio Neira, seudo guardián de la Integridad, 

de micrófono fino y moral de selectividad.

Le heredo algo de ética en su discurso,

y pureza como consigna,

para que deje de perseguir a periodistas

cuando la verdad lastima.

A Mario Godoy, el presidente salpicado,

de probidad cuestionada 

que no pretende soltar el cargo.

Le heredo un poco de moral,

para que tome la mejor decisión

por el bien de la sociedad

y de una justicia con verdadera misión

Para EXPRESO y EXTRA 

Ah... y la persecución a EXPRESO y EXTRA

una estrategia infame y calculada,

heredo a sus periodistas responsabilidad

en su lucha por la verdad tan necesaria.

Ya me voy... 

Y ahora sí, prendan el fuego,

no pidan cuentas al pasado:

si algo quedó mal hecho

fue culpa del año acabado.

Me voy hecho ceniza,

ustedes quédense con fe,

pero ojo: si repiten lo mismo,

en doce meses vengo otra vez.

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