
El cometa 3I/ATLAS: nuevas imágenes del visitante interestelar cerca de la Tierra
El cometa interestelar 3I/ATLAS, apenas descubierto en julio, fue captado nuevamente por el Telescopio Espacial Hubble
El cometa 3I/ATLAS ha despertado gran interés en la comunidad científica desde su descubrimiento en julio de 2025. Se trata del tercer objeto interestelar jamás observado atravesando nuestro sistema solar, después de ‘Oumuamua en 2017 y el cometa Borisov en 2019. Su origen fuera del sistema solar lo convierte en una pieza clave para comprender cómo se forman y evolucionan los cuerpos celestes en otros entornos cósmicos.
Las primeras imágenes del Hubble mostraron al cometa con una forma de lágrima, producto de los gases que se sublimaron durante su paso cercano al sol en octubre. Estas observaciones iniciales permitieron a los astrónomos calcular su trayectoria y anticipar su acercamiento máximo a la Tierra en diciembre.
Hubble y Juice: dos miradas complementarias
El Telescopio Espacial Hubble volvió a observar el cometa el 30 de noviembre, cuando se encontraba a 286 millones de kilómetros de la Tierra. Utilizando la cámara Wide Field Camera 3, captó una imagen más clara de la estructura del cometa, confirmando la presencia de una coma brillante que rodea al núcleo.
Por su parte, la misión Jupiter Icy Moons Explorer (Juice) de la Agencia Espacial Europea, en ruta hacia Júpiter, aprovechó su posición privilegiada para observar al 3I/ATLAS desde 66 millones de kilómetros de distancia. Aunque la mayoría de los datos llegarán en febrero de 2026, el equipo logró descargar parcialmente una imagen de la cámara de navegación (NavCam), que muestra actividad impulsada por el calor del sol.
Dos colas y una coma brillante
Las imágenes revelan que el cometa posee dos colas:
- Una cola de plasma, formada por gas eléctricamente cargado.
- Una cola de polvo, compuesta por partículas sólidas desprendidas del núcleo.

Además, se observa una coma luminosa, un halo de gas que rodea al cometa y que se expande a medida que se acerca al sol. Este comportamiento es similar al de los cometas originados en nuestro sistema solar, aunque en este caso se trata de un objeto interestelar, lo que ofrece una oportunidad única para comparar procesos cósmicos.
Los cometas que se forman en nuestro vecindario celeste suelen tener ambas colas y una coma difusa alrededor de un núcleo sólido compuesto de roca, gas, polvo y hielo. A medida que se acercan a estrellas como nuestro sol, el calor provoca la sublimación de materiales, generando espectaculares colas que se extienden tras ellos.
Un paso cercano sin riesgos
El cometa 3I/ATLAS alcanzará su punto más próximo a la Tierra el 19 de diciembre, a 270 millones de kilómetros de distancia. Aunque estará al otro lado del sol y no representa ningún riesgo para nuestro planeta, seguirá siendo visible para telescopios y misiones espaciales durante varios meses antes de abandonar el sistema solar.
Los datos que Juice enviará entre el 18 y el 20 de febrero incluirán imágenes de alta resolución y análisis de partículas, lo que podría ofrecer nuevas pistas sobre la composición y el origen del cometa. Para los astrónomos, cada detalle es valioso: este visitante interestelar es una ventana hacia los procesos que ocurren en sistemas solares lejanos.
La misión Juice, lanzada en abril de 2023, tiene como objetivo principal estudiar las lunas heladas de Júpiter —Ganímedes, Calisto y Europa—, consideradas candidatas a albergar océanos subterráneos capaces de sustentar vida. Sin embargo, su encuentro con el cometa 3I/ATLAS se ha convertido en un inesperado regalo científico que amplía el alcance de la misión.