Si de un tiempo para acá empiezas a notar que tu perro ya no juega como antes, prefiere dormir casi todo el día, tiene menos energía, le cuesta levantarse y su pelaje se está poniendo grisáceo, son señales de que está envejeciendo.

(LOS INVITAMOS TAMBIÉN A LEER:   La historia de Tommy, el perro ‘fachero’ de Los Ceibos)

La antesala de la vejez de los animales es el denominado síndrome de fragilidad, que se caracteriza por un mayor riesgo del animal a enfermar. Con síntomas como pérdida de masa muscular, una menor resistencia a infecciones, deterioro de la función cardíaca, renal o hepática, fatiga, alteraciones hormonales o artrosis. Los veterinarios aconsejan detectar pronto estas señales para paliar cuanto antes la situación de deterioro de la salud de la mascota.

Según el veterinario Juan Gabriel Puentes, a partir de los ocho años se puede hablar de que el perro ha entrado a la etapa de adulto mayor o ‘sénior’.

“¿Cómo puede darse cuenta de ese cambio? Por ciertos signos. Puede que la mascota esté clínicamente normal a los 8 años, pero hay ciertas facultades que empiezan a fallarle. Va a perder el sentido del olfato, la vista, el oído e incluso los dientes. Aparte, están los problemas en sus articulaciones”, detalla el veterinario.

• EVIDENCIAS. Desorientación espacial, falta de actividad, apatía o excesivo sedentarismo con respecto a la dinámica del animal cuando era más joven. No acudir a la llamada ni reconocer a los propietarios.

(TAMBIÉN LES PUEDE INTERESAR:   Duelo por su mascota, ¿cómo sobrellevarlo?)

Los gatos suelen camuflar más los signos de su declive vital, debido a que los felinos son depredadores que no pueden mostrarse vulnerables con el fin de sobrevivir. No obstante, hay señales que indican el inicio del envejecimiento de canes y felinos.

CUESTIÓN DE TAMAÑO

Por lo general, los perros de raza grande llegan a vivir de 8 a 10 años; los medianos, hasta los 15; y los pequeños, como un chihuahua, aproximadamente 20. Según Puentes, en esto cuentan el tamaño y el peso del can. Pero hay otros factores que también inciden en extender su línea de vida, como la actividad física, la alimentación, la genética y el entorno en el que se desarrolle.

LAS SEÑALES DE LA VEJEZ

Si de un tiempo para acá empieza a notar que su perro ya no juega como antes, prefiere dormir casi todo el día, tiene menos energía, le cuesta levantarse y su pelaje se está poniendo grisáceo, son señales de que está envejeciendo. Según el veterinario Juan Gabriel Puentes, a partir de los ocho años se puede hablar de que el perro ha entrado a la etapa de adulto mayor o ‘sénior’. “¿Cómo puede darse cuenta de ese cambio? Por ciertos signos. Puede que la mascota esté clínicamente normal a los 8 años, pero hay ciertas facultades que empiezan a fallarle. Va a perder el sentido del olfato, la vista, el oído e incluso los dientes. Aparte, están los problemas en sus articulaciones”, detalla el veterinario.

(LES RECOMENDAMOS TAMBIÉN:   En Riobamba hay un tren para paseo de los perros)

ENTRE CAMBIOS Y ENFERMEDADES

Lo primero que aparecen son manchas blancas, que con el pasar del tiempo cubrirán todo el pelaje. La piel empieza a caer, se nota arrugada y agrietada. Su nariz estará más seca de lo normal y cambiará de color. Lo mismo ocurre con el tono de sus ojos y sus labios. Su movilidad será más lenta, en ciertos casos le costará caminar. En algunas áreas de su piel habrá enrojecimiento y escozor por la resequedad

 Entre las enfermedades que suelen afectar con frecuencia a los canes ‘séniors’ están las cardiacas, renales, hepáticas, además de los temibles tumores cancerígenos y las cataratas. La artritis es una de las más comunes en los perros. También están los problemas dentales; la pérdida de las piezas les complica alimentarse, por ello, es importante que se les provea de comida blanda para perros geriátricos.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!