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La asesora de maternidad y coautora del libro "Violencia Obstétrica", Berenice Reye, en la Ciudad de México.Isaac Esquivel / EFE

Un libro denuncia la violencia obstétrica que padecen las mujeres

En México, situación afecta a una de cada cuatro embarazadas

El libro ‘Violencia Obstétrica’, escrito por cuatro mexicanas, denuncia y busca revertir la normalización de esta situación que afecta a una de cada cuatro mujeres que se embarazan en el país.

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“Nosotras empezamos con esta idea del libro porque siempre que comentas sobre tus partos, tu nacimiento, cómo experimentaste, de repente alguien responde con ‘a mí me pasó esto, a mí me pasó lo otro’, pero vemos que, como tal, el término violencia obstétrica no está en la boca de nadie”, dijo Berenice Reyes Beltrán, una de las autoras del texto.

Explicó que la obstétrica es una de las formas de violencia menos conocidas, ya que la mayoría de las veces es silenciada, aceptada y justificada no solo por la sociedad y los médicos, sino también por las propias mujeres.

La violencia obstétrica está reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 2014 y en 2019 se convirtió en un término usado por ONU, que la define como violencia física y psicológica en la que se insulta, maltrata, agrede, engaña, infantiliza, mutila y hiere a las mujeres durante el parto o posparto.

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En México se estima que 25 % de las mujeres experimentan trato deshumanizado durante el embarazo, parto y posparto.

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Reyes Beltrán señaló que este tipo de violencia lastima física y emocionalmente a las mujeres y a sus hijos, por lo que hay que empezar a trabajar para cambiar esta situación.

Sin embargo, reconoció que existen todavía grandes barreras que obstaculizan cambios integrales.

“Hay un gran problema que empieza desde la formación de los médicos, es formación que no se actualiza y que más bien se hace muy protocolaria: paso uno, paso dos, paso tres. Y todas las mujeres, todos los bebés, todos los nacimientos son diferentes. No podemos pretender tratarlos por igual”, enfatizó.

Es por ello que, dijo, es importante empezar por esta formación y seguir con la modernización de las prácticas, con instalaciones adecuadas y, sobre todo, con empoderar a las mujeres y darles la información necesaria sobre sus derechos en el embarazo, parto y posparto.