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¡Póngale un alto a la negatividad!

Estar cerca de quienes viven en una constante queja es perjudicial para la estabilidad emocional.

Durante un diálogo, es normal recibir comentarios buenos y malos sobre el tema que se trata. Pero, ¿qué pasa cuando conversa con alguien que siempre tiene una actitud y energía completamente negativa acerca de todo lo que se le dice o lo rodea? El psicólogo Juan Francisco Falquez recalca que esto puede afectar al receptor porque corre el riesgo de dejarse influenciar por esa negatividad, caer en el desaliento, melancolía y desmotivación. Y a largo plazo, también podría llegar a adoptar la misma manera de ver las cosas y convencerse a sí mismo que todo está mal.

Señales de alerta

Falquez asiente que las personas con este tipo de comportamiento suelen tener una constante queja ante todo y no buscan una solución a los problemas. “Muestran una indiferencia generalizada y no intentan aportar con una vía para encontrar una mejoría ante una dificultad. Suelen justificar sus comentarios tras una postura racional o muy objetiva”, señala el experto.

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Cómo actuar

Una vez que identifica que alguien tiene este comportamiento hay dos formas de afrontar esta situación:

  • Querer ayudarlo. Si mantiene una relación cercana con él o ella, puede intentar desarticular esa actitud negativa y explicarle con un mensaje constructivo que sí existen opciones positivas de ver las cosas. Dígale cómo se siente, ya que el objetivo es que la otra persona reaccione de buena manera y, poco a poco, busque tener una postura más equilibrada.
  • Tomar distancia. Si luego de tener un acercamiento amigable, el otro no cambia su accionar, lo mejor es darle prioridad a su autocuidado y alejarse de ese ambiente. Busque estar rodeada de personas que sumen, lo motiven a ser mejor y estén alineadas al cambio que quiere generar en su vida.

Atención

Cuando la persona negativa es un amigo o compañero de trabajo, resulta más fácil lograr ese distanciamiento necesario para su estabilidad emocional. Sin embargo, cuando esto sucede con alguien con quien se tiene un vínculo más cercano (padres, hermanos, tíos, primos, novios, esposos), puede ser un poco más doloroso y difícil tomar esa decisión de forma radical. En esos casos, Falquez recomienda ayuda psicológica profesional “para aprender a establecer ciertos límites y no permitir que los comentarios nocivos del familiar o pareja lo afecten”.

"Reconocer que las cosas están mal, también es positivo. El problema surge cuando se es extremista. Identificar los puntos débiles nos ayuda a mejorar, pero debe haber un equilibrio”.Juan Francisco Falquez, psicólogo