
Correr, reír y superarse: La filosofía del movimiento 'Es Mental Running'
Running, diversión y actitud: Es Mental Running crea eventos donde el deporte se vive diferente
En una mañana cualquiera en Samborondón, mientras muchos jóvenes de 21 años piensan en fiestas o exámenes universitarios, Ian Tapia habla con pasión sobre cómo el running puede cambiar vidas. No es solo un aficionado al deporte: es el cofundador de Es Mental Running, un club que nació de una simple frustración y se convirtió en un movimiento inspirador. Esta es la historia de cómo un grupo de amigos decidió que, si el mundo no les ofrecía lo que buscaban, lo crearían ellos mismos.
Un plan frustrado. Hace siete meses, Ian y su mejor amigo, Yuan Wong (un ecuatoriano de ascendencia asiática que reside en Canadá) quien había regresado a Ecuador de vacaciones, querían participar en una carrera. Era el 13 de abril, día de elecciones en Ecuador, y para su sorpresa, no había ningún evento deportivo programado. “Literalmente no había nada, ni en Vía la Costa ni en ningún lado”, recuerda Ian con una sonrisa.
En lugar de resignarse, decidieron actuar: “Si no hay carreras, organicemos una nosotros”. Con esa determinación, contactaron a amigos, consiguieron patrocinadores, montaron un arco de meta y aseguraron hidratación para los participantes. Así, sin pretenderlo, nació Es Mental Running. Lo que empezó como una solución improvisada se convirtió en un proyecto que se mueve en el mundo del deporte.
El nombre del club no es casual. Es Mental refleja una convicción profunda: “Todo progreso empieza en la mente”, explica Ian. Para él, correr no es solo un desafío físico; es psicológico. “No solo es el momento de correr, sino todo lo que conlleva: levantarse temprano, entrenar, alimentarse bien… Esa disciplina mental es lo que te lleva a cruzar la meta”.
Esta filosofía se plasma en cada evento. No se trata simplemente de recorrer kilómetros, sino de vivir una experiencia transformadora. Por ejemplo, en su última carrera, incorporaron ‘ice baths’ (baños de hielo) para recuperación. “La gente se sumergía en agua helada después de correr. Parece loco, pero al superarlo, sentían que podían con cualquier cosa”, comenta Ian. Próximamente, planean añadir saunas para contrastar frío y calor, porque, como él dice, “la vida es eso: aprender a manejar ambos extremos”.
Los que forman parte del equipo Es Mental
Detrás de este proyecto hay siete personas importantes que forman el corazón de la iniciativa. Yuan Wong, el cofundador de 21 años, ayuda a organizar eventos internacionales desde Toronto. Dylan Pavón y Iordy Castillo, de 19 años, aportan energía y experiencia, siendo este último un corredor profesional. Matías Tapia, el hermano menor de 18 años, se encarga de la logística. Mey Jarrín, prima de Ian de 22 años, contribuye con ideas creativas. Juan Diego Jaramillo e Ian de 21 años, son los responsables de animar a los corredores durante las rutas. “Somos como una familia”, confiesa Ian. “Todos creemos en esto, y cada uno aporta algo único”.
¿Cómo unirse a la comunidad de Es mental?
Ian lo tiene claro: “No importa la edad, condición física o experiencia. Si tiene ganas de superarse, es bienvenido”. Los eventos son diseñados para ser inclusivos, donde el único requisito real es la actitud positiva. Para quienes estén interesados en participar, el próximo evento será el 12 de julio e incluirá sauna, pádel y DJ en vivo.
Él reflexiona sobre lo que realmente significa Es Mental Running: “Lo más gratificante es ver a alguien que nunca corrió terminar una carrera y decir: ‘Si pude con esto, puedo con lo que sea’”. Ese es el corazón del proyecto: recordarle a la gente que los límites suelen estar en la mente, y que con el enfoque correcto, se pueden romper. Cuando en ocasiones se esperan que las oportunidades lleguen solas, Ian y su equipo demuestran que a veces hay que crearlas. Y si en el camino ayudan a otros a descubrir su potencial, mejor aún.

Fuera de lo convencional
Lo que hace especial a este proyecto es su enfoque interesante para convertir cada carrera en una experiencia memorable que va más allá del simple acto de correr. Ian y su equipo han creado un concepto donde el deporte se mezcla con diversión, superación personal y comunidad.
Sus eventos destacan por incorporar elementos únicos como los ‘ice baths’ (baños de hielo), que implementaron por primera vez en su reciente evento nocturno. “Las personas se sumergían completamente en agua helada después de correr. Es un desafío difícil, pero al superarlo, la gente se siente fenomenal”, explica Ian. Pronto añadirán saunas para ofrecer contraste térmico, así le dan a los participantes la opción de elegir entre frío o calor para su recuperación post-carrera.
Los encuentros nocturnos con luces neón son otro de sus sellos distintivos. En su último evento de este tipo, los corredores usaron accesorios luminosos como collares y pulseras fluorescentes, lo que creaba un espectáculo visual mientras avanzaban por la ruta. Al finalizar, los esperaban juegos como petanca y corn hole en el Club Petanca, uno de sus lugares aliados, además de música en vivo con DJ y comida para reponer energías.
Un aspecto innovador es que cada edición ofrece algo diferente. Por ejemplo, en su próximo evento planean incorporar pádel como actividad complementaria, aprovechan las instalaciones de Grun Paddle, un complejo deportivo. “Queremos que la gente descubra nuevos deportes mientras forma parte de nuestra comunidad”, comenta Ian.
La logística de sus eventos también es particular. En lugar de tener una sede fija, rotan entre diferentes locaciones como Le Croissant, Plaza Batán y Atmosférico, así benefician a diversos negocios de la ciudad. “Llevamos 250 personas a un local y todos ganan: los runners tienen nueva experiencia y el negocio recibe clientes”, explica sobre su filosofía ganar-ganar.
Antes de cada carrera, Ian da charlas motivacionales para preparar mentalmente a los participantes. “Correr es difícil, y ese último empujón de motivación hace la diferencia”, afirma. Luego realizan calentamiento grupal, la carrera propiamente dicha, y al regresar comparten un momento de socialización con música y refrigerios.
La seguridad es prioridad. Cuentan con vehículos adelante y atrás del grupo, además de un equipo médico que chequea presión arterial y está preparado para cualquier emergencia. “Nunca hemos tenido incidentes, pero preferimos prevenir”, aclara Ian.
Lo más destacable es cómo han logrado crear una atmósfera donde el deporte se vive como una celebración. Desde la banda en vivo que los acompañó en un evento, hasta los juegos y actividades post-carrera, todo está pensado para que los participantes disfruten mientras se superan. “No queremos que solo corran, queremos que vivan una experiencia completa”, resume Ian.
Esta fórmula innovadora ha permitido que eventos que comenzaron con pocos participantes ahora atraigan hasta 250 personas, lamentablemente tuvieron que cerrar inscripciones por capacidad. La clave, según Ian, está en que “cada edición sorprende con algo nuevo, y a su vez mantiene la esencia de comunidad y superación personal que nos define”.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!