
La comunicación no verbal: ¿por qué desviar la mirada puede ser clave?
Desviar la mirada no siempre es falta de atención. La ciencia explica cómo afecta a la mente
Mantener el contacto visual durante una conversación puede resultar incómodo para muchas personas. Un estudio publicado en Cognition and Emotion reveló que el 60% de los participantes evitaban la mirada del interlocutor cuando reflexionaban sobre preguntas complejas. Este comportamiento no indica falta de interés, sino un mecanismo cerebral para optimizar el procesamiento cognitivo.
La mirada es una de las formas más intensas de comunicación no verbal. Según un informe de la Universidad de Harvard, el cerebro procesa el contacto visual como un estímulo social que activa áreas relacionadas con la empatía y la autoconciencia. Cuando la interacción requiere un esfuerzo mental adicional, como en debates o situaciones emocionales, el sistema nervioso prioriza la reflexión sobre la conexión visual.
Además, factores como la personalidad y el contexto influyen en este gesto. Una investigación de Personality and Individual Differences encontró que las personas introvertidas tienden a desviar la mirada con más frecuencia que las extrovertidas, especialmente en entornos con alta carga social. Esto no implica menor capacidad comunicativa, sino una forma distinta de gestionar la energía mental.
La carga mental y la mirada
Según una investigación de la Universidad de Kyoto, el cerebro prioriza la concentración en tareas mentales exigentes, lo que reduce la capacidad de sostener la mirada. "Desviar la vista permite al cerebro liberar recursos y enfocarse en la formulación de respuestas", explicó el psicólogo japonés Shogo Kajimura, autor principal del estudio.
Diferencias culturales y sociales
Un análisis de la American Psychological Association señaló que en culturas como la japonesa, evitar la mirada directa es una señal de respeto, mientras que en Occidente se interpreta como inseguridad o evasión. La psicóloga social Amy Cuddy, citada en el informe, aclaró: "El contexto cultural define si este gesto se percibe como positivo o negativo".
Cuando la evitación refleja ansiedad
Aunque desviar la mirada es normal, un estudio de Journal of Abnormal Psychology asoció su frecuencia excesiva con cuadros de ansiedad social. Los participantes que evitaban el contacto visual más del 80% del tiempo mostraron mayores niveles de estrés en interacciones cara a cara.
Romper el contacto visual no siempre es un signo de desinterés. La ciencia respalda que es una estrategia cognitiva, influida por factores culturales y emocionales. Como señaló Kajimura: "El cerebro humano busca eficiencia, y a veces eso implica mirar hacia otro lado".
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