
Los mejores restobares y sitios para salir de noche en Guayaquil y Samborondón
Buscas planes nocturnos en Guayaquil? Descubre los mejores restobares y bares donde la cena se transforma en fiesta
En Guayaquil y Samborondón la noche es flexible y multifacética. Hay lugares que lo reciben para una cena tranquila y, casi sin que se dé cuenta, se encontrará después bailando entre las mesas. Esta transición natural desde la gastronomía hacia el entretenimiento nocturno caracteriza la escena local, donde los establecimientos han perfeccionado el arte de evolucionar con el ritmo de sus clientes.
Lo especial de estos sitios es su capacidad para crear ambientes completamente distintos sin cambiar de ubicación. Comienza con una experiencia culinaria maravillosa (desde cerveza artesanal hasta hamburguesas premiadas) que gradualmente da paso a ‘cooles’ escenarios musicales. Esta magia de convertir una salida casual en toda una experiencia memorable es lo que define a estos restobares que ya son clásicos imprescindibles en la vida nocturna de la ciudad.
La clave está en su adaptabilidad, porque satisfacen tanto a quienes buscan una reunión tranquila como a aquellos que prefieren culminar la noche con energía y baile. Estos espacios han entendido que la mejor fiesta con frecuencia comienza alrededor de una buena mesa, creando así una propuesta de valor única que mantiene su relevancia en el competitivo panorama nocturno local.
Odisea Brewing celebra a la orilla del río
Si su plan es disfrutar al aire libre, Odisea Brewing es una opción. Su ubicación a las orillas del río Daule le da ese ambiente fresco que en los días entre semana da espacio a degustar la cervecería artesanal con tours por su fábrica, catas guiadas y un restaurante con vista al río, atrae a quienes buscan una experiencia gastronómica con trasfondo y en los fines de semana se convierte en un lugar diferente.
Bailar, cantar, divertirse y experimentar cosas nuevas es lo que ofrece el calendario de eventos. La noche se toma el protagonismo con eventos temáticos dedicados al jazz, al rock en vivo con bandas locales, sesiones acústicas íntimas y karaoke. Odisea no se convierte en una discoteca convencional, sino en un punto de encuentro para un público que aprecia la música y el arte como complementos de una salida nocturna.
Segafredo cafecito de mañana, coctelito de noche
Para esos planes entre amigos que nunca quiere que terminen, una buena idea es juntarse en este sitio. Un cafecito de tarde y de noche a darlo todo con la música.
Este lugar, de día, es el sitio al que todos recomiendan para un desayuno contundente o para probar la hamburguesa que ganó el premio del Burger Show. Ideal para ir en familia o para una reunión, donde se disfrutará de la experiencia de un restaurante de primer nivel.
Cuando baja el sol y la noche empieza a cobrar vida, todo cambia de look. Abajo, en la pérgola, suele haber música en vivo para los que quieren seguir la conversación. Y arriba, se arma la fiesta con DJ y luces para los que van a sudar la camiseta. Tiene dos ambientes en uno, así no hay amigo que se quede sin plan.
Morrison un lugar acogedor para pasarla bien
Morrison es ese sitio fiel en la ciudad que nunca falla. Sus mesas siempre tienen grupos de amigos picando croquetas o tapas, todo el tiempo con la música de fondo que empieza con éxitos de décadas pasadas y cuando más se adentra la noche los hits del momento se hacen presentes.
Los fines de semana, el lugar se prende. La música sube, la gente se para y las sillas se corren para hacer espacio al baile. No es una discoteca, es un bar que se siente acogedor con sus luces amarillas tenues, es como la fiesta en la casa de un amigo, con reggeatón de los 90s, los 2000’s y 2010. Donde todos cantan los coros a gritos. Su ubicación esquinera en el edificio Xima lo convierte en un punto de encuentro fácil para todos.
TeraBithia Rooftop baile con vista al cielo
Porque Urdesa no se queda atrás, y también le da a los guayaquileños rumberos una oportunidad para relajarse en TeraBithia Rooftop con una buena vista a las luces tintineantes de la ciudad. La terraza es uno de los destinos preferidos para disfrutar de cenas sofisticadas y cocteles refrescantes al caer el sol. El ambiente en este espacio es chic y propicio para la conversación; atrae a una clientela que busca un plan tranquilo en un entorno sofisticado.
Con el avance de la noche, el perfil del lugar da un giro notable. La música, muchas veces a cargo de DJs, muta hacia sonidos electrónicos y house, con un volumen que invita al baile. Las mesas dan paso a un ambiente de club al aire libre, eso llama la atención de un público que busca una fiesta elegante, lejos del bullicio de la calle.
Mongos para cantar a todo pulmón
Para aquellos que les gusta entonar sus canciones preferidas en grupo, este lugar se especializa en darle un ambiente de fiesta a gran escala y se ha convertido en sinónimo de club nocturno en Guayaquil. Su modelo de negocio prioriza una producción de alto nivel, con inversión en sonido e iluminación colorida. La experiencia que ofrece es inmersiva y está cuidadosamente coreografiada.
El bar atrae a un público específico que asiste con el explícito propósito de disfrutar hasta que el cuerpo aguante. A diferencia de los restobares, la potencia de Mongos reside en convertirse en el punto final de la ruta nocturna, un lugar donde la energía colectiva se canaliza en la pista de baile con música electrónica y reggaetón cantado a todo volumen.
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