
La IA, una herramienta para el 'shopping' navideño
Usuarios definen en línea nuevos parámetros para adquirir regalos que sus seres queridos genuinamente disfruten
Cada diciembre, la búsqueda del regalo perfecto se convierte en una carrera contrarreloj. Pero en los últimos dos años, una nueva protagonista se ha instalado en esa ecuación: la inteligencia artificial. Plataformas como ChatGPT, Copilot o Gemini se han vuelto una herramienta recurrente para miles de compradores que, frente al bloqueo creativo o la falta de tiempo, recurren a un chatbot para que sugiera obsequios personalizados. Y mientras para algunos es apenas una curiosidad tecnológica, para otros se ha transformado en una herramienta central para resolver la lista navideña.
Las consultas son tan simples como frecuentes: “¿qué regalo recomiendas para…?”. Las respuestas pueden ser igual de básicas -calcetines temáticos, kits de regalo, velas-, pero también sorprendentemente específicas.
¿Cómo funciona? Pues para Andrea Galarza, emprendedora quiteña de 36 años, empezó con una sugerencia amistosa. ”Tengo una amiga que vive en Inglaterra que me contó el año pasado que hizo sus compras así, ingresando los gustos y hobbies de su esposo, y que, siguiendo las sugerencias de la IA, por primera vez le atinó a un regalo que a él realmente le gustaba”, dice.
Este año, optó por esa opción para el hombre más difícil de su lista: su papá. Abrió Copilot e ingresó la edad, los intereses y los hobbies que su papá adquirió tras jubilarse. Entre varias opciones, halló una muy especial: un establecimiento en Cumbayá dónde poder mandar a hacer bicicletas vintage. ”Sola no se me hubiera ocurrido, pero siento que es perfecto para mi papá”, afirma.
Una tendencia global
El uso de estas herramientas se ha expandido al punto de que analistas consideran que esta es la primera temporada navideña claramente moldeada por la IA. Salesforce estima que el 21% de las órdenes globales de fin de año serán impulsadas por búsquedas o recomendaciones generadas por modelos de lenguaje. Encuestas en Reino Unido, Irlanda, EE.UU. e incluso Argentina coinciden: cada vez más personas piden ayuda a un chatbot para inspirarse, comparar precios o localizar la mejor oferta.
Pero no todo es color de rosa. Las plataformas tienden a favorecer a los grandes mayoristas a menos que el usuario especifique lo contrario. En pruebas realizadas, siete de nueve recomendaciones iniciales provinieron de grandes cadenas. Cuando se pidió ampliar el rango a pequeñas tiendas, la IA ofreció respuestas menos precisas. Esto genera un desafío para marcas pequeñas. Por ello, lo que los expertos sugieran es que la búsqueda se haga de manera detallada, sobre todo si se quiere que las sugerencias sean de marcas o diseñadores locales.
Romper con los estereotipos
El comportamiento de los modelos también revela tendencias persistentes: por ejemplo, cuando se pidieron herramientas de tejido y manualidades para una mujer aficionada a este hobby, expertos hallaron que algunos sistemas propusieron kits rosas de utilidad limitada, lo que reavivó la discusión sobre cómo la IA reproduce los estereotipos presentes en los datos con los que fue entrenada.
A esto se suma una evolución acelerada: ahora los usuarios pueden incluso comprar sin salir del chat. En Ecuador, aun no se implementa esta estrategia, pero sí se le puede pedir a la IA que, tras dar sugerencias, consulte que locales tienen envío a domicilio.
Con todo, la tendencia es clara: la IA dejó de ser un experimento aislado para convertirse en una parte real del proceso de compras navideñas. Aún imperfecta, pero cada vez más presente en la manera en que elegimos -o dejamos que el algoritmo elija- nuestros regalos.
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