
Cómo evitar el burnout con hábitos simples antes de los 30: guía básica
El burnout en jóvenes va en aumento. Hábitos simples pueden prevenir este desgaste físico, mental y emocional
Las exigencias laborales son cada vez mayores y el síndrome de burnout se ha convertido en una preocupación creciente, especialmente entre los jóvenes menores de 30 años. Este agotamiento físico, mental y emocional, causado por el estrés crónico, puede prevenirse con hábitos simples y sostenibles que no requieren grandes cambios en la rutina.
¿Qué es el burnout y por qué afecta a los jóvenes?
El burnout, reconocido por la Organización Mundial de la Salud como un fenómeno ocupacional, se caracteriza por agotamiento emocional y despersonalización (actitud cínica hacia el trabajo). Según la Sociedad Española de Seguridad y Salud en el Trabajo (SESST), los factores de riesgo incluyen cargas de trabajo excesivas, falta de apoyo social y desequilibrio entre la vida laboral y personal. Los jóvenes, que a menudo enfrentan presiones para destacar profesionalmente mientras lidian con inseguridades económicas o personales, son especialmente vulnerables.
Hábitos simples para prevenir el burnout
- Crear una separación entre el ámbito laboral y personal es crucial. Apaga notificaciones de trabajo fuera del horario laboral y dedica tiempo a actividades que disfrutes, como leer, pasear o socializar.
- Un sueño insuficiente amplifica el estrés y disminuye la capacidad para manejar desafíos. Establece una rutina nocturna: evita pantallas 30 minutos antes de dormir y crea un ambiente tranquilo en tu habitación.
- Pequeños descansos de 5 a 10 minutos cada hora pueden marcar la diferencia. Levántate, estírate o camina brevemente
- Dedicar 5 minutos al día a ejercicios de respiración consciente o meditación ayuda a regular el estrés.
- Hablar con amigos, familiares o colegas de confianza alivia la sensación de aislamiento.
- Caminar 30 minutos al día, practicar yoga o bailar en casa libera endorfinas, que combaten el estrés. Lo importante es la constancia, no la perfección.
Estas pausas, recomendadas por expertos en salud ocupacional, mejoran la concentración y reducen la fatiga mental.
¿Cuándo actuar?
Prevenir el burnout implica escuchar a tu cuerpo y mente. Algunos síntomas tempranos incluyen fatiga constante, irritabilidad, dificultad para concentrarte o pérdida de motivación. Si notas estos signos, los expertos recomiendan reducir la carga de trabajo, buscar apoyo profesional (como un psicólogo) o consultar recursos de salud mental en tu comunidad. Ignorar estas señales puede agravar el problema.
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