tatuaje
José Ortega decidió seguir su pasión por el arte y forjó una carrera sólida en Estados Unidos y Latinoamérica.@andyg.shoots

De la ingeniería electrónica al tatuaje: José Ortega y su éxito en Estados Unidos

El artista José Ortega dejó atrás la ingeniería electrónica para seguir su pasión por el arte en Estados Unidos

José Ortega tenía un camino trazado en la ingeniería electrónica y las ciencias, pero decidió cambiarlo por el arte. Lo que comenzó como trazos de graffiti en las calles de Venezuela se convirtió en una pasión que lo llevó a Estados Unidos, donde hoy, con 35 años, es reconocido como uno de los tatuadores latinos más destacados. Su historia mezcla perseverancia, arte urbano y la búsqueda constante de un estilo propio que lo ha hecho brillar en convenciones internacionales.

Un viaje marcado por el arte

José Ortega nació en Barquisimeto, Venezuela, en 1991. Aunque sus estudios formales lo encaminaron hacia la ingeniería electrónica y las ciencias de la computación, su verdadera vocación siempre estuvo ligada al arte. Inspirado por su padre, quien sin formación académica desarrollaba manualidades, pinturas y esculturas, Ortega descubrió desde niño el poder de la creatividad.

Cuando comencé con esta idea fue un choque bien difícil.

José Ortega

Artista tatuador

Su primer acercamiento al arte urbano fue el graffiti, disciplina que le permitió experimentar con formas gráficas y lettering. Esa influencia se convirtió en la base de su estilo, que más tarde trasladaría a la piel. En 2011 comenzó a tatuar de manera intermitente, pero fue en 2016 cuando decidió dedicarse por completo al oficio. “Al principio tatuaba amigos y familiares, no siempre quedaba bien, pero la insistencia de ellos me motivó a seguir”, recuerda.

Sin embargo no estuvo libre de obstáculos, Ortega recuerda que en sus inicios el tatuaje aún estaba rodeado de estigmas: “yo vengo de una familia tradicional y soy el único hijo y cuando comencé con esta idea fue un choque bien difícil, no fue fácil de digerir”. Con el tiempo, su familia comprendió que el tatuaje era un arte y comenzaron a apoyarlo. "Ya yo soy padre y ya entiendo el miedo que podían sentir por todo el tabú que había para ese tiempo" explica Ortega.

El artista reconoce su pasión por el tatuaje lo llevó a demostrar que esto podía ser una expresión cultural legítima y no un símbolo negativo. “Hoy ya no veo tanto ese tabú, sobre todo en redes sociales, pero antes sí era fuerte”, afirma. Esa experiencia lo impulsó a consolidar un estilo propio y a defender el tatuaje como un oficio artístico que viste y da identidad.

El salto a Estados Unidos y la consolidación profesional

En 2022, José Ortega dio un paso decisivo en su carrera: dejar Venezuela y mudarse a Estados Unidos. El traslado fue posible gracias al respaldo de Liberty Tattoo Club, en Sarasota, dirigido por Trevor Moss, quien confió en su talento y lo ayudó a obtener la visa de trabajo. Para Ortega, este cambio significó no solo un nuevo país, sino también un escenario donde el tatuaje tiene una industria más desarrollada y un público dispuesto a valorar la dedicación detrás de cada pieza.

La adaptación no fue sencilla. Pasar de un entorno donde los insumos eran escasos y el acceso a información limitado, a un mercado con abundancia de máquinas, tintas y agujas de última generación, le abrió un abanico de posibilidades. “Aquí la gente aprecia mucho el esfuerzo que uno pone en cada tatuaje, siguen las recomendaciones y se convierten en clientes fieles. Me ha pasado que alguien empieza con un tatuaje pequeño y termina haciéndose las dos mangas”, cuenta.

tatuajes
El estilo de José Ortega resalta por el lettering y el realismo en blanco y gris.@ortegatatto

Su estilo, marcado por el lettering, el realismo en blanco y gris y la incorporación de colores vibrantes, encontró un espacio en Florida. Además, Ortega comenzó a experimentar con el arte japonés y el neotradicional, respetando sus símbolos y fusionándolos con su lenguaje artístico. Esa mezcla lo convirtió en un tatuador versátil, capaz de trasladar la influencia del graffiti y el arte urbano a la piel, pero también de dialogar con tradiciones más antiguas y exigentes.

Reconocimientos y premios internacionales

La trayectoria de Ortega no solo se mide en clientes satisfechos, sino también en premios obtenidos en convenciones internacionales. Su racha comenzó en el Tampa Tattoo Arts Festival, donde en 2023 alcanzó el quinto lugar en “Best of the Day Black and Grey”. Un año después, en 2024, se alzó con el primer puesto en “Lettering”, consolidando su maestría en esta técnica.

En el Allstars Tattoo Convention de Miami, obtuvo el tercer lugar en “Best Lettering” en 2023 y regresó en 2024 para conquistar el primer lugar. En la Florida Gulf Coast Tattoo Expo de Fort Myers, pasó de un tercer lugar en 2024 a un segundo lugar en 2025, también en la categoría “Best Lettering”.

La cúspide de sus logros llegó en el Ink Masters Tattoo Show 2025 en Sarasota, donde ganó tres reconocimientos: primer lugar en “Best Lettering”, “Best Leg Sleeve” y “Best Neotraditional”. Estos premios reflejan no solo su habilidad técnica, sino también su versatilidad y capacidad de innovar.

Una visión sobre la industria del tatuaje

Ortega reconoce que la industria del tatuaje en Estados Unidos está más desarrollada en cuanto a insumos, máquinas y tintas. Sin embargo, destaca el talento latinoamericano: “Con pocos recursos hemos logrado tatuajes increíbles. Creo que estamos 50 y 50 con Estados Unidos en cuanto a calidad artística”.

Con pocos recursos hemos logrado tatuajes increíbles.

José Ortega

Artista Tatuador

Su visión es optimista: considera que la industria está en ascenso y que cada vez surgen más jóvenes con talento. “Todos los días ves muchachos tatuando y haciendo trabajos increíbles. Esto no va a bajar, va a seguir creciendo”.

"El tatuaje me ha dado mucho"

Entre sus metas está viajar a Europa y Japón para nutrirse de estilos como el neotradicional y el japonés clásico. “La única manera de aprenderlo es estando allá, viviéndolo presencialmente”, afirma. También planea realizar un mini tour por Latinoamérica, visitando su estudio en Venezuela y países como Colombia, República Dominicana, Perú y, eventualmente, Ecuador.

Además, Ortega trabaja en la idea de impartir seminarios y compartir su conocimiento con nuevas generaciones. “El tatuaje me ha dado mucho y quiero devolverlo de alguna forma. Estoy buscando la manera de transmitir lo que he aprendido a alguien que lo pueda absorber bien”.

Su próxima meta inmediata es participar en competencias internacionales con un enfoque en colaboraciones con otros artistas. “Quiero crear nuevas cosas, nutrirme de nuevas experiencias y aportar algo distinto al tatuaje”, asegura.

Para más contenido de calidad SUSCRÍBETE A EXPRESO