
Compromiso y resiliencia: así se vive la inclusión en la Universidad de Guayaquil
La UG refuerza su compromiso con la inclusión a través de protocolos y estrategias que garantizan igualdad de oportunidades
La inclusión educativa en la Universidad de Guayaquil se ha convertido en un pilar fundamental para garantizar que todos los estudiantes, sin importar sus condiciones físicas o intelectuales, tengan igualdad de oportunidades. Testimonios de gestores, docentes y egresados evidencian que la institución ha implementado estrategias pedagógicas y de infraestructura que buscan responder a las necesidades de cada estudiante, promoviendo una educación superior más justa, equitativa y humana.
Casos que inspiran
Uno de los ejemplos más significativos es el de Abraham Defaz, estudiante de la carrera de Gastronomía, quien culminó exitosamente su formación con un proyecto de panadería artesanal especializada en masa madre. A pesar de presentar un 35% de discapacidad intelectual, se destacó en su sustentación obteniendo una nota final de 9,66, una de las más altas en su tribunal.
Su gestor de vinculación, Daniel Zea, resaltó que el proceso incluyó estrategias adaptadas como la comunicación directa, el uso de un lenguaje claro, pausado y paciente, y la repetición de preguntas cuando fue necesario. “Lo más importante es la confianza y la comunicación constante con el estudiante”, expresó Zea

Por otro lado, Kerly Briones, cuya tesis se tituló “Diseño de un sistema de gestión de mantenimiento basado en metodologías de mantenimiento preventivo y correctivo a un taller de plásticos en Guayaquil”, enfrentó el reto de sustentar con una discapacidad física en sus extremidades inferiores.
Su gestora de titulación, Emma Pazán, destacó su autonomía y firmeza al decidir exponer de pie durante toda la presentación, a pesar de las dificultades. “Fue una vivencia gratificante y formativa que reafirma que la verdadera inclusión no solo es apoyo, sino respeto a la capacidad de decisión de cada estudiante”, señaló
Voces de los estudiantes
Las experiencias también hablan por sí solas. Niurka Regalado, egresada de Ingeniería Química, sustentó su investigación sobre el desarrollo de pan precocido-congelado con harinas alternativas de chocho y okara de soya. Con una discapacidad física, aseguró que el apoyo de docentes, compañeros y familia fue crucial. “Mi mensaje a otros estudiantes con discapacidad es que crean en sus capacidades y no permitan que las barreras físicas o sociales definan sus sueños”, afirmó, resaltando la importancia de la perseverancia y la motivación personal.

Hacia una cultura inclusiva
Los testimonios coinciden en que la inclusión en la educación superior no se limita a cumplir protocolos, sino que requiere de un esfuerzo colectivo para derribar barreras y valorar la diversidad. Tanto gestores como estudiantes coinciden en que se necesitan más programas de tutorías personalizadas, mayor infraestructura accesible y capacitaciones continuas para docentes.
“Ser comprensivos y mantener una comunicación directa con el estudiante es la clave para una verdadera inclusión”, enfatizó Daniel Zea, mientras que Emma Pazán recordó que “al valorar la diversidad, aseguramos igualdad de oportunidades sin importar las particularidades de cada persona.