Un día, ubicados en una esquina del norte de Guayaquil, un grupo de voluntarios de la fundación Padre Antonio Amador, se puso a contabilizar cuántas personas daban monedas desde sus carros a los niños de la calle. Durante esos cambios de luz del semáforo, unas 25 lo hicieron.

Aquello los llevó a lanzar un cálculo, que lo proyectaron con otras esquinas en las que ocurría una situación similar.

Aunque saben que no es una cifra real, pues muchas personas colaboraban con más, querían mostrar esa realidad y la resumieron en un video con el que quieren hacer un llamado a la población: “Alrededor de 595 personas al día regalan 25 centavos de dólar a niños de la calle. Eso es 150 dólares al día, 1.050 a la semana, 4.650 al mes y 54.750 al año. ¿Tienes idea de lo que pudiéramos hacer con ese dinero por los niños de la calle?”, destacan.

El objetivo es mostrar cómo esos 25 centavos en las manos adecuadas pueden cambiar las vidas de estos pequeños.

Para ello, Neda Ycaza de Guzmán, directora ejecutiva de la fundación, cuenta que dan fuerza a su campaña en la que busca socios honorarios que donen 5 dólares mensuales. Con ellos pueden contribuir a la educación de niños y jóvenes de escasos recursos económicos.

Esta agrupación solidaria lleva 26 años apoyando a la Fundación Proyecto Salesiano en su labor de rescate, rehabilitación, formación, capacitación e reinserción a sus hogares y a la sociedad de los chicos de la calle y de los que se encuentran en situación de riesgo.

Conseguir socios honorarios es una forma de juntar fondos, especialmente en momentos en que resulta complicado realizar ciertas actividades presenciales de autogestión.

Neda de Guzmán recuerda que esos recursos ayudan a continuar con los albergues y también con las actividades de prevención. Esperan que cuando los niños retomen sus clases presenciales, se puedan retomar también los almuerzos y refrigerios, además de ser el lugar en el que los chicos realicen sus tareas educativas.

Un espacio para recibir los aportes

En la sede de la fundación, ubicada en La Garzota, las voluntarias mantienen abierto al público un mercado de pulgas, todos los días, de 10:00 a 16:00. En ese lugar acogen las donaciones y reciben también a quienes deseen adquirir algún producto.

En el lugar se puede encontrar ropa, juguetes y artículos para el hogar y oficina. Hay quienes colaboran con la obra salesiana entregando materiales de construcción, además de puertas, lavamanos, inodoros y más.