Educación Bilingue
Educación. Aprender un idioma entre los 6 o 7 años facilita la adquisición de una nueva lengua.Canva.

Niños bilingües: una ventaja que dura toda la vida

Experto destaca que el aprendizaje de un segundo idioma antes de los siete años brinda beneficios duraderos

Aprender un segundo idioma en la infancia no solo amplía las oportunidades de comunicación, sino que fortalece capacidades cognitivas fundamentales para el desarrollo integral del niño. Estudios de la Universidad de Harvard y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) sostienen que quienes inician este proceso antes de los siete años tienen hasta un 70% más de probabilidades de lograr un bilingüismo funcional y estable. Steven Vera, coordinador académico del instituto Diglo Learning, lo explica así: “Entre los 3 y 6 años se atraviesa el período crítico para la adquisición del lenguaje, en donde el cerebro está en una fase de alta neuroplasticidad, lo que permite que el niño internalice estructuras gramaticales, vocabulario y pronunciación de forma natural, espontánea y duradera”.

Aprender jugando otro idioma es más efectivo

Desde la perspectiva pedagógica, los enfoques que priorizan el juego, la comunicación y el aprendizaje multisensorial han demostrado ser altamente efectivos. Esto permite que los niños adquieran el idioma de forma intuitiva, sin recurrir a la memorización de reglas gramaticales. La pronunciación nativa, la fluidez en la expresión oral y la comprensión auditiva son algunas de las destrezas que se consolidan en esta etapa.

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Otra ventaja clave es el bajo filtro afectivo de los niños, es decir, su escasa preocupación por equivocarse. A diferencia de los adultos, los más pequeños no sienten vergüenza al hablar un nuevo idioma, lo que facilita un aprendizaje más fluido y espontáneo. “Los niños no temen equivocarse, se lanzan a hablar y eso les permite adquirir el idioma sin bloqueos emocionales”, señala Vera. Además, logran automatizar el uso del idioma como parte de su pensamiento, integrándolo a su sistema cognitivo de forma más profunda que los adultos.

El impacto en la vida del ñiño al aprender un segundo idioma

El impacto positivo no se limita al idioma en sí. Los beneficios del bilingüismo infantil se reflejan también en la memoria de trabajo, el pensamiento crítico, la resolución de problemas y el rendimiento académico en materias como matemáticas y comprensión lectora. Por ello, especialistas recomiendan aprovechar esta ventana de oportunidad en la niñez para sembrar las bases de un aprendizaje sólido, duradero y transformador. Como concluye Vera: “La niñez es la etapa ideal para aprender idiomas, siempre que se lo haga con un enfoque lúdico, inmersivo y personalizado”.

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